José Manuel Vilches, Emol.
SANTIAGO.- "Cardenal estoy muy angustiada y no sé qué hacer", dice una mujer que llega hasta la oficina de
Raúl Silva Henríquez en
1973. "Pero María ¿Cuántos años que nos conocemos? No se preocupe y cuénteme, si puedo ayudarla créame que lo haré con gusto", responde el religioso. Ella rememora: "Fue terrible, llegaron de madrugada. Ni siquiera dejaron que me despidiera de mi hijo ¡Y ahora no sabemos dónde está!. Yo le dije que no se metiera en política... ¡Mi Manuel no está por ninguna parte!".
La escena es parte de "El Cardenal" cómic que repasa los años de servicio de Raúl Silva Henríquez, quien fue Arzobispo de Santiago entre 1961 y 1983.
"Silva es el último cardenal chileno que se preocupa por el pueblo", sostiene Kóte Carvajal (Santiago, 1978), el escritor del libro. "La iglesia de ahora con los escándalos de abusos y pidiendo pruebas a los denunciantes, no es la del Cardenal Silva Henríquez", dice.
Carvajal trabajó en "El Cardenal" junto al ilustrador Luis "Lucho" Inzunza (Laja, 1985).
El libro narra cómo Silva Henríquez prestó apoyo a los perseguidos por la DINA y la CNI, cuando Chile vivía algunos de sus años más oscuros. El entonces Cardenal creó instituciones civiles que le permitieron proteger los derechos humanos. Primero el Comité pro paz, luego la Vicaría de la Solidaridad y la Pastoral Obrera, entre otras.
"Lo más impresionante de su historia es el conflicto continuo con (Augusto) Pinochet", dice Carvajal. "Él tenía que ir seguido al edificio Diego Portales a defender a los detenidos, era una lucha constante contra el régimen".
Uno de los momentos álgidos del comic, es una reunión que Silva Henríquez mantiene con Pinochet en 1975, donde le pide que libere a un abogado de la Vicaría. A cambio, el general le ordena cerrar el Comité pro paz, a lo que el Cardenal accede pero no sin antes consignar: "Nunca abandonaremos nuestro deber de cautelar los derechos humanos".
"Silva Henríquez fue, literalmente, un hombre de acción", afirma el autor. "No se quedaba solo en el discurso, salvó vidas y se opuso al régimen. Él y todos los que trabajaron en la Vicaría son héroes", sostiene. "Vivir en estrés constante, ver casos terribles y aún así no bajar los brazos, es la definición de un superhéroe", agrega.
Carvajal hace un paralelo entre la historia de Chile y las películas de acción: "Si esto fuera 'Star Wars', Pinochet sería Darth Vader. Como personaje, Silva Henríquez resulta más heroico que cualquiera de los 'Avengeres'", ejemplifica.
¿Cómo hicieron para dibujar los rostros de personajes tan reconocidos por los chilenos como Augusto Pinochet, Salvador Allende y Eduardo Frei Montalva? El dibujante Lucho Inzunza responde: "Tuve que mirar muchas fotografías y tratar de reconstruir sus rostros, obtener los rasgos más característicos para representarlos en caricatura".
El proceso de investigación, guión y dibujo se extendió por cerca de tres años. Consultaron archivos de Memoria Chilena y de la Vicaría de la Solidaridad; las memorias de Raúl Silva Henríquez publicadas por el periodista Ascanio Cavallo y además entrevistaron a algunas personas que lo conocieron en vida, como por ejemplo Carmen Hertz.
La abogada además es quien firma el prólogo del ejemplar. "Ud. fue un gran hombre, un sabio conciliador y valiente", escribe Hertz, quien narra haber conocido a Silva Henríquez cuando ambos trabajaban en la Vicaría.
Tanto Carvajal como Inzunza planean seguir trabajando en torno a la historia y las novelas gráficas, como "una forma de acercar la historia a los jóvenes". Mientras Inzunza trabaja en "Puño y brocha", un ejemplar que abordará el muralismo social de la Brigada Ramona Parra, Carvajal piensa nuevos proyectos con las biografías de Víctor Jara y Gladys Marín.
"El Cardenal" de Kóte Carvajal y Lucho Inzunza fue publicado por la Liberalia Ediciones y su costo es de $14.000.
