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La "debacle" del PP: Las causas tras el peor resultado electoral de la historia del principal partido de derecha de España

Si en 2011 logró 10,8 millones de votos y 7,9 millones en 2016, este domingo terminó de desangrarse al adjudicarse solo 4,3 millones de votos. El desprestigio, el surgimiento de Vox y la consolidación de Ciudadanos figuran entre las razones de su caída en las urnas.

29 de Abril de 2019 | 13:33 | Redactado por Valentina Salvo U., Emol
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Reuters
Si algo quedó claro tras la celebración de las elecciones generales en España fue que el Partido Popular (PP), principal referente del sector conservador, perdió y perdió feo. Bajo el liderazgo del joven Pablo Casado, la colectividad que gobernó el país europeo hasta hace poco y que hasta ahora encabezaba el Congreso con 137 escaños, este domingo se quedó solo con 66.

"Estamos impactados", "esto es una debacle", "catástrofe", "ni en las peores encuestas", se repetían varios dirigentes en medio de la tragedia popular, según consignó el diario El País. Y tenían razón. En noviembre de 2011, el PP que logró 10,8 millones de votos con Mariano Rajoy y que en 2016 se quedó con 7,9 millones, terminó desangrándose con el peor resultado de su historia al adjudicarse solo 4,3 millones de papeletas.

Y si se agudiza la mirada hacia el panorama regional, la "debacle" resulta aún más dura. En la Comunidad de Madrid, cuna política de Casado, el PP fue desplazado del primer lugar y se quedó como la tercera fuerza política detrás del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de Ciudadanos (Cs, centro-derecha). Además, los populares se quedaron sin representación en el País Vasco y con solo un escaño en Cataluña.

"Hay muchas maneras de calificar el resultado, pero una las sintetiza todas: hundimiento. Sin paliativos", afirmó el diario conservador español El Mundo.

Pero las razones esgrimidas para explicar este caos, tanto en la interna del partido como desde fuera, apuntan a distintas direcciones: mientras algunos culpan a la fragmentación del sector, otros aseguran que esta estrepitosa caída obedece a la "derechización" del partido y al deterioro de su imagen por los casos de corrupción.

Desgaste del PP y fragmentación del voto

"No eludo las responsabilidades, el resultado ha sido muy malo (…) Es verdad que ya llevamos varias elecciones en las que estamos perdiendo nuestro apoyo electoral", reconoció Casado en una comparecencia de prensa tras conocerse los resultados. El político de 38 años, que este domingo cumplió 282 días como presidente del PP, asumió en julio pasado para renovar un partido enlodado por diversos casos de corrupción, que incluso terminaron provocando la salida anticipada del ex Presidente Mariano Rajoy en 2018.

"El PP es un partido que viene desgastado por un liderazgo poco nítido como el que tenía Rajoy y por unos casos de corrupción que golpearon profundamente la credibilidad del partido (…) golpeó mucho a sus bases, a sus dirigentes emblemáticos, tesoreros", explicó a Emol el vicedecano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo y analista internacional, Rodrigo Arellano.

La crisis de probidad en la colectividad provocó que ésta fuera perdiendo respaldo entre los electores, por lo que la llegada de una figura fresca al liderazgo y la presentación de un grupo de nuevos rostros como candidatos a las elecciones buscarían sacar al partido del barro. Pero la falta de experiencia de los postulantes no convenció a los electores y la estrategia de refrescar al PP no funcionó.

La razón que esbozan Casado y su círculo es la fragmentación del voto de derecha en España, que atribuyen al surgimiento del ultranacionalista Vox y la consolidación de Cs, que amenaza con convertirse en el gran referente del sector. Ambos, lejos de ampliar el área de votantes, se han quedado con aquellos desencantados del PP.

La fundación FAES, que preside el ex Presidente José María Aznar, culpó a Cs y a Vox por lo que considera una "absurda y suicida canibalización" en el sector. "Estas elecciones se han planteado por un lado y por otro como una pugna por el liderazgo de la centro-derecha, en vez de como un esfuerzo real para desalojar democráticamente a los socialistas de la Moncloa", aseguró la entidad en un comunicado.

Efecto Vox y el auge de Cs

La irrupción de Vox, que por primera vez ingresó al Congreso nacional, ha sido señalada como uno de los principales efectos que desencadenaron el "hundimiento" del PP. Su aparición y despegue en Andalucía y luego en la arena política nacional española generó alarma entre los populares, que vieron cómo esta nueva agrupación se apropió del discurso ultranacionalista, antiinmigrante y ultraconservador que caracteriza la visión de muchos de sus militantes "auténticos".

Víctima del pánico ante una probable fuga de los votos desde sus filas, la cúpula del PP optó por virar hacia la derecha, esperando mantener a sus electores y que Vox se le uniera en sus nuevos planteamientos. Sin embargo, ello no ocurrió, las señales amistosas hacia el nuevo partido no hicieron efecto y muchos más radicales populares prefirieron cambiarse.

"Lo estéril ha sido el PP y pensar que el voto del PP y Vox se podían sumar", aseguró el propio Santiago Abascal, líder de Vox, quien volvió a tildar al partido celeste como la "derechita cobarde".

La estrategia de Casado de marcar rumbo hacia el extremo provocó, al mismo tiempo, que el PP descuidara a sus electores más centristas, que no vieron con buenos ojos el acercamiento del partido con Vox. Cs, en pleno auge, supo rentabilizar ese bache.

"Hemos perdido el centro por culpa de la derechización y por no atacar a Vox", afirmó un ex alto cargo este domingo, según consignó El Mundo. "Esto es lo que habíamos previsto, alertado y denunciado", señaló un dirigente. "Vox ha tenido un efecto devastador porque miles y miles de votos se han quedado sin escaño, han movilizado a la izquierda y Ciudadanos es quien más ha aprovechado la situación", afirmó otro.

De hecho, Cs fue el único de los tres partidos de derecha que logró cumplir con sus expectativas electorales este domingo, quedándose con 57 diputados y a solo un pequeño escalón de alcanzar a los populares. Para muchos, Cs es hoy para el PP lo que Podemos (izquierda) fue para el PSOE en 2015.

"Cometieron un error electoral profundo, radicalizaron su mensaje en la elección", consideró Arellano. Según el analista, Casado "trató de derechizarse más de lo que correspondía" al intentar retener a aquellos electores conservadores descontentos con la tendencia "más liberal" de Mariano Rajoy. Pero "entendió el mensaje muy tarde y muy radical (…) Cs creció a costa del PP. Vox, era obvio que le quitaría el votante más de derecha, pero no se esperaba que Cs le quitara también a ese votante más tradicional que es más moderado", añadió.

El futuro no es alentador. El año electoral en España acaba de iniciarse y, tras los comicios para el Parlamento europeo que se llevarán a cabo a finales de mayo, el desafío estará en una serie de elecciones autonómicas y municipales que podrán nuevamente al PP en jaque.
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