SANTIAGO.- En una ceremonia realizada en el Museo Histórico Nacional un martes de febrero de 2010, Sebastián Piñera presentó por primera vez a un gabinete de ministros, en el que destacaba la presencia de empresarios, pocos militantes y varios independientes.
Ahí, en uno de los cargos más cercanos al Presidente y en la primera línea del comité político, estuvo Cristián Larroulet, en la Secretaría General de la Presidencia.
El economista fue uno de los fundadores del Instituto Libertad y Desarrollo junto a Luis Larraín, Hernán Buchi y Carlos Cáceres. Con su llegada al gabinete, también llegó por primera vez a La Moneda el centro de estudios.
Casi ocho años después, la influencia de los think tank de centroderecha en el nuevo primer gabinete ha crecido, y se trata principalmente de tres de ellos: el de Larroulet, la Fundación Para el Progreso de Axel Kaiser, y la Fundación Avanza Chile del propio Presidente electo.
La embajada de Libertad y Desarrollo
Una subdirectora y cuatro consejeros. Con cinco miembros de su red, el instituto de Larraín es el que tiene más presencia numérica dentro del gabinete, aunque ocupan carteras sectoriales.
En el equipo directivo, Susana Jiménez se desempeñaba como subdirectora y ahora pasará a ser ministra de Energía.
De sus consejeros, Juan Andrés Fontaine asumirá como ministro de Obras Públicas, a pesar de que su nombre sonaba como titular de Economía. Finalmente, esa cartera la ocupará su par José Ramón Valente, consejero de Políticas Públicas del think tank.
También llegarán al gabinete Marcela Cubillos, consejera y futura ministra de Medio Ambiente, y Alfredo Moreno, también integrante del Consejo y que próximamente volverá a asumir un ministerio, aunque esta vez no será el de Relaciones Exteriores sino el de Desarrollo Social.
Sobre sus figuras más insignes, el doctor en Ciencia Política y académico de la U. Central, Kenneth Bunker, considera que tendrán vías para ejercer cierta influencia. "Larroulet igual va a estar en el segundo piso y creo que va a tener harto control desde ahí", opina.
El "triunfo cultural" de Axel Kaiser
"Somos un centro de estudios liberal, independiente y sin fines de lucro, formado por profesionales jóvenes, líderes de opinión, académicos e intelectuales públicos en Chile".
Así se autodefine en su página web la Fundación Para el Progreso (FPP), que dirige el abogado y economista Axel Kaiser, y que hoy llega por primera vez a La Moneda con dos de sus integrantes: el senior fellow Roberto Ampuero a Cancillería y el secretario del directorio, Gerardo Varela, a Educación.
Para el académico de la Facultad de Gobierno de la U. Adolfo Ibáñez, Cristóbal Bellolio, la irrupción del centro de estudios en el gobierno de Piñera se explica por el conocido concepto de la "batalla cultural", una de las ideas que ha buscado resaltar Kaiser al defender que la izquierda ha ganado "la batalla de las ideas".
"El gran desafío que le genera a la clase política tradicional el Frente Amplio es que no solamente es un partido político, sino cultural. Hoy hay una especie de triunfo cultural para la FPP, que no solo tienen dos ministros sino que son dos miembros muy importantes, que se sientan en la mesa chica de Kaiser", comenta Bellolio.
Para él, también resaltan las carteras que asumirán ambos ministros, cuyos nombramientos fueron dos de los más sorprendentes para la opinión pública.
"Son dos ministerios donde se libra la batalla cultural. En ese sentido, Piñera le hace caso a Kaiser: esta es una batalla cultural y no hay que darla a medias tintas, hay que darla con lo más duro que uno tiene", agrega.
Avanza Chile y el retorno del piñerismo
Su fecha de creación coincide con la época en la que Sebastián Piñera, después de sus primeros cuatro años de gobierno, dejó La Moneda: marzo de 2014.
Dos semanas después de haber entregado el mando presidencial, tras presidir una reunión con sus exministros, Piñera anunció la creación de una fundación que operaría como frente político de oposición para los años posteriores. Así nació la Fundación Avanza Chile.
Ayer, en el anuncio del gabinete de Piñera, muchos de sus miembros empezaron su retorno al Palacio de Gobierno, ocupando por completo los cargos del equipo político.
Andrés Chadwick, presidente de su directorio, retomará el Ministerio del Interior; Cecilia Pérez, vicepresidenta, volverá a la Secretaría General de Gobierno; Felipe Larraín, director, llegará a Hacienda; y Gonzalo Blumel, su director ejecutivo, aterrizará en la Segpres.
Además, Alfredo Moreno también forma parte del directorio, y su cartera se incorporará al comité político a partir de marzo. A eso se suma la presencia de Isabel Plá, que asumirá el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.
“Si comparamos los tres centros de estudio, el que gana es Avanza Chile, que es el seno piñerista. Sus miembros están en la primera línea política y son los que están ganando, porque van a tomar las decisiones políticas”, opina Bunker.
Bellolio cree que la marcada presencia del think tank indica que su equipo "no le va a llevar mucho la contra". "Piñera traslada la mesa que tenía en Avanza Chile a La Moneda, prácticamente transporta Apoquindo 3000 al Palacio de Gobierno", comenta.
El gran ausente de este diseño es el Centro de Estudios Públicos, pues ninguno de sus miembros fue convocado al nuevo gabinete de Piñera.
