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"Evo es un estratega": Analistas explican cambio de tono en el discurso del Presidente boliviano

Después de llamar a los chilenos "saqueadores", ayer el Mandatario dijo en tierra nacional que su intención no era "ofender" al país y entregó un mensaje de "fraternidad" y de "integración".

12 de Marzo de 2018 | 11:33 | Por Consuelo Ferrer Durán, Emol
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EFE
SANTIAGO.- "Traigo un mensaje de fraternidad y de integración. Vengo para hablarles de la impostergable necesidad de reencontrarnos. Nuestra historia, la geología, nos hizo países vecinos. Nuestros pueblos nos hacen hermanos, y el destino nos hará inseparables".

Fue parte del mensaje que entregó este domingo en tierra chilena el Presidente de Bolivia, Evo Morales, a una semana de los alegatos en La Haya y momentos después de haber participado del cambio de mando en el Congreso Nacional.

En su discurso también pidió "disculpas al pueblo chileno" por las "interpretaciones, tergiversaciones" de sus mensajes en redes sociales. "Nunca ha sido mi intención ofenderlo, agredirlo", añadió.

Sus palabras significan un cambio del tono de su discurso, que el día anterior había empezado a decaer durante el "banderazo" que realizó en Bolivia, donde unió retazos de género para dibujar una bandera que, según él, rondó los 200 kilómetros de largo.

Antes de eso, sus referencias al pueblo chileno habían sido más duras. "Él ya nos dijo saqueadores, ladrones de agua. Lo último que nos dijo fue contrabandistas, entonces es un tono muy, muy fuerte", explica a Emol el ex miembro de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara y experto en materia internacional, Jorge Tarud.

"Como los alegatos son la próxima semana, yo pienso que los abogados de Bolivia le recomendaron que no continúe con la agresividad verbal, que baje los decibeles", agrega, aunque asegura que a pesar de suavizar el tono, Morales realizó "un tremendo desaire" al no llegar a las 15.30 horas del día sábado, como estaba presupuestado.

"Estaba invitado a La Moneda y no fue, llegó al día siguiente en la mañana. Después, invitado a Cerro Castillo, fue del Congreso al aeropuerto, es decir no cumplió con el protocolo local y le hizo un desaire a Bachelet y a Piñera. En definitiva, le hizo un desaire a Chile", dice.

Un estratega


La analista internacional Lucía Dammert dice que su corta visita podría atribuirse a un tema de agenda, aunque "ciertamente uno puede hacer lecturas bajo el agua de prácticamente cualquier definición presidencial". Señala, además, que es parte de una "puesta en escena".

"Evo Morales es un estratega, y en esa estrategia política internacional —porque no le habla solamente a Bolivia o a Chile en este tipo de acciones— esta fue probablemente una acción más", opina.

"Lo que está haciendo hace mucho rato es instalar un relato internacional, que durante el gobierno anterior era el de los malos vecinos, de que era permanentemente maltratado por un país que no abría espacios para el diálogo, y ahora viene e instala una nueva forma de ver las cosas", agrega.

A su juicio, el gesto de haber participado del cambio de mando le parece "importante".

"Al venir a Chile no marca un nivel de resentimiento ni de abandono de los estándares mínimos de conversación, pero hoy manda un tuit agradeciendo al Frente Amplio por apoyar el reclamo de Bolivia, y vuelve con el tema de que hay muchos actores que lo apoyan, cosa que probablemente no es exactamente así".

Por eso, considera positivo "que haya dado muestras de que lo que quiere es diálogo", aunque aclara que "como siempre con Evo, hay que esperar a ver cuáles son sus movimientos dos y tres".

No "contaminar" un discurso pacífico


Para el académico de la U. de Valparaíso, Guillermo Holzmann, Evo Morales busca, en términos de poder, "mostrar un apoyo y una cohesión interna en Bolivia, expresada en esa bandera de gran longitud".

"El banderazo fue una expresión pacífica que no puede ser contaminada con declaraciones que sean críticas u ofensivas en el país al cual se dirige justamente esa demanda"

Guillermo Holzmann
"Esa fue una expresión pacífica, que no puede ser contaminada con declaraciones que sean críticas u ofensivas en el país al cual se dirige justamente esa demanda. Hay una coherencia en la estrategia. Está haciendo un trabajo que no es parte de una improvisación, sino que está evidentemente pauteado", opina.

Además, señala que Morales busca es instalar una "falsa visión" en la que se plantearía como una víctima al dar por hecho que hay que negociar una salida al mar, cuando "no es lo que se espera del juicio ni está en el contenido de la demanda".

Un acto de campaña


Tarud agrega que este discurso se enmarca en el contexto en que Morales busca una reelección a pesar del plebiscito que realizó en 2016 para habilitar la opción con el beneplácito de la ciudadanía, en el cual se impuso el no.

"Él va a ir a La Haya, lo que es un hecho completamente inédito y un acto de campaña. Además invita a todos los ex presidentes, pero por Twitter los ataca en forma violenta para que se bajen, para decir que los invitó pero no vinieron, y que nadie le haga sombra en La Haya", comenta.

La semana pasada, el ex presidente Jaime Paz Zamora, quien había confirmado su participación en los alegatos, anunció que no asistiría por la politización del hecho. "El Presidente divide y nos muestra que o queremos mar o queremos democracia, y esta división no debemos fomentarla", afirmó.
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