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El interrogatorio de la ministra Rutherford donde Fuente-Alba admitió el uso de los gastos reservados

La defensa del ex comandante en Jefe interpuso un recurso alegando que el general (r) no tuvo tiempo para descansar o almorzar durante su declaración. La magistrada lo negó.

21 de Febrero de 2019 | 10:09 | Por Tamara Cerna, Emol
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La ministra Romy Rutherford.

El Mercurio.
SANTIAGO.- Una serie de consideraciones habría tenido la ministra de la Corte Marcial Romy Rutherford con el ex comandante en Jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba, durante los tres días que el militar prestó las declaraciones que llevaron a ser procesado por una malversación de $3.500 millones.

En ellas, reconoció "gran parte de los hechos por los cuales se le consultaron, y particularmente en relación con el destino dado a los gastos reservados que estaban en su cargo".

Así lo señaló la magistrada en un informe enviado a la Corte Marcial ante las acusaciones contenidas en un recurso de protección interpuesto por la defensa del ex uniformado.

En esta última acción, se pide anular los dichos del general (r) argumentando que este no contó con presencia de sus abogados en las diligencias, pese a contar con la calidad de inculpado. También, que declaró por más de 11 horas de manera ininterrumpida y que no le dieron tiempo para alimentarse.

Ante la sorpresa, Rutherford afirmó que acusaciones "se alejan absolutamente de la veracidad" y que "alegación de una supuesta 'detención ilegal' resulta insostenible".

Fiestas, viajes y regalos


El ex jefe de la institución castrense fue a declarar al despacho de Rutherford los días 13, 14 y 18 de febrero. En el edificio ubicado en calle Compañía, señaló la magistrada en el encausamiento, "admite" haber usado gastos reservados en decenas de ítems, en los que se incluyen fines personales, como viajes y fiestas; además de regalos a esposas de uniformados, sobresueldos a terceros y aportes a ex comandantes.

Ante la situación, ordenó el embargo de bienes por un perjuicio fiscal que a la fecha alcanza los $3.500 millones. Y es que de acuerdo al oficio de la ministra, el tenor de los testimonios habrían influenciado en el recurso que presentó la defensa.

$3.500Millones habrían sido malversados por el general (r).
Ello, ya que aseguró que en este "se realizan aseveraciones que más bien parecen ser una creación destinada a justificar el contenido de las declaraciones vertidas por el inculpado ante el tribunal (...) pareciera que estas deposiciones no se ajustan a las expectativas de la defensa, único móvil que podría llevar a la infrascrita a comprender las imputaciones que graciosamente se formulan".

Así, aseguró al tribunal que se procuró que el encausado declarara "en un entorno cómodo, digno y en las mejores condiciones dentro de aquellas que nuestra institución puede brindar".

Explicó que durante las tres diligencias el ex uniformado se presentó con su defensa, la cual tuvo que esperar en la antesala contigua a la oficina, pudiendo así constatar el trato a su cliente y los recesos y ofrecimiento de comida y bebestibles realizados. Aseguró también que ella misma se acercó a los abogados en distintas oportunidades para dar cuenta de los avances, y que en ningún momento estos se quejaron de la situación.

13, 14 y 18 de febrero


La primera cita se agendó, para evitar la exposición pública del imputado, vía telefónica. En aquella oportunidad -13 de febrero- se colocó en una mesa contigua bebestibles, agua, te, café, galletas y caramelos. Asegura, se le señaló constantemente que se sirviera e hiciera las pausas que necesitara.

La declaración, en la que estuvo la secretaria del tribunal, "se desarrolló con absoluta normalidad, en un ambiente tranquilo, de cordialidad y en el contexto de una evidente intención del inculpado de responder todas las consultas que se le realizaban y de colaborar".

De acuerdo a Rutherford, Fuente-Alba rechazó en "muchas ocasiones" un descanso ya que quería "avanzar lo más posible". Ya cuando aceptaba, prefería quedarse en la antesala con el "pretexto que podían fotografiarlo o filmarlo por algún medio de prensa".

Ya a la hora de almuerzo, se le ofreció comida. Él indicó "que cuidaba de forma especial su dieta y que consumía principalmente vegetales, ante lo cual que se le ofreció por esta instructora una comida liviana, una ensalada o frutas, negándose luego de agradecer la oferta".

El 14 de febrero se dio inicio a la declaración en términos similares, e incluso "el encausado recurrió a contar anécdotas personales e historias, las que solicitaba no fueran incorporadas en su declaración".

Y ante esto critica Rutherford: "El hecho de haber oído cuánto quiso narrar el inculpado ahora la defensa lo utiliza para atribuir a esta jueza algún tipo de exceso".

Destacó además el intento del ex uniformado de poner término en forma anticipada a la declaración, señalando que próximamente quería salir de vacaciones con sus nietas. Sin embargo, más tarde la ministra ordenaría su detención por cinco días a la espera de un posible procesamiento.

"El hecho de haber oído cuánto quiso narrar el inculpado ahora la defensa lo utiliza para atribuir a esta jueza algún tipo de exceso".

Ministra Rutherford.
Comunicado de su aprehensión, "el encausado manifestó no sentirse bien físicamente, expresando como único antecedente que estaba cansado". Ello, explicó, no llamó mayormente la atención ya que era "evidente" que la situación lo afectó, y que además en ningún momento manifestó la necesidad de tomar algún medicamento.

"De hecho, su condición era a tal punto buena -a diferencia de lo que ahora se señala, en el sentido que estaba prácticamente al borde del desmayo-" que permitió que tanto él como su abogado solicitaran tiempo para hacer una conferencia, que duró casi 30 minutos, desde el tribunal.

En Peñalolén, fue examinado por un enfermero, sin que se estimara alguna asistencia necesaria. Ya el tercer día, y en calidad de detenido, la diligencia continuó de manera similar.

Respuesta a las acusaciones


La integrante de la Corte Marcial se hizo cargo de cada una de las acusaciones. Señaló que no existe una norma que disponga que la declaración debe ser en presencia de sus abogados y que "siempre se le ofreció alimentos al encausado, incluso de acuerdo a los requerimientos que él manifestó formaban parte de su particular régimen alimenticio".

Agregó que en una oportunidad llegó con una “botella de agua mineral con gas, señalando que esta era más de su agrado que la ofrecida por el Tribunal"; y que en ningún momento mencionó necesitar de un medicamento.

Fuente-Alba además firmó cada una de las declaraciones -las cual tomó tiempo para revisar-, donde se dejaba constancia de los ofrecimientos.

Rutherford concluye señalando que las expresiones contenidas en el recurso, que será revisado hoy por la Corte Marcial, "no conducen sino a pensar que (…) buscaran la forma de desconocer los dichos del encausado donde admite parte de los hechos respecto de los cuales fue consultado".
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