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Una TENS, un médico, una enfermera, un kinesiólogo y una auxiliar de servicios: Quiénes son los cinco primeros vacunados

Los cinco funcionarios de la salud fueron inoculados en el Hospital Metropolitano. La primera tiene hermanas que se contagiaron en España.

24 de Diciembre de 2020 | 11:41 | Redactado por Leonardo Vallejos, Emol
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Zulema Riquelme.

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Zulema Riquelme. Así se llama la primera persona que fue vacunada en Chile con la dosis de Pfizer contra el coronavirus. La mujer tiene 46 años y se desempeña como TENS en el Hospital Sótero del Río en Puente Alto.

Luego de ella será el turno de Juan Emilio Cornejo, de 42 años (médico de la UCI de la Posta Central); Adriana Arias, 37 años (enfermera Supervisora de la UCI del Hospital Metropolitano); Óscar Antonio Vera, 35 años (coordinador de Equipo Kinesiólogo del Hospital Metropolitano); y de Ruth Patricia Herrera Bravo, 52 años (Auxiliar de Servicios en el Hospital Metropolitano).

"Cada uno de ellos representa a un estamento de quienes trabajan a diario en las UCIs de diversos hospitales públicos, siendo la 'primera línea' de defensa contra el virus", destaca Presidencia.

Desde el Gobierno agregan que "cada uno de ellos representa a un grupo de personas que ha sido definido como prioritario por el Gobierno en la asignación de vacunas, como son los trabajadores de la salud que se desempeñan en Unidades de Cuidados Críticos. Además, todos cuentan con una reconocida trayectoria y vocación de servicio público".

Perfiles de los vacunados

Zulema Riquelme, 46 años

Trabaja de TENS en el Hospital Sótero del Río en Puente Alto. Hace 26 años que trabaja en el Hospital. Estuvo gran parte del año aislada sin ver a su familia en Concepción. Además, ha vivido de cerca la pandemia por tener un familiar contagiado, ya que sus dos hermanas, que viven en España, contrajeron el virus.

Asegura que se ha sentido discriminada por vecinos por ser trabajadora de la salud, creen que ella puede contagiarlos de coronavirus.

Ha sentido miedo, pero recalca que el apoyo mutuo dentro del equipo de trabajo le ha permitido sobrellevar de mejor manera este difícil momento.

Quiere vacunarse, por ella y especialmente por los demás. Siente que es un deber y que la primera línea de la salud debe estar bien para atender al resto de la población.

Juan Emilio Cornejo, 42 años

Trabaja como médico de la UCI de la Posta Central, centro hospitalario ícono de nuestro país. Ahí, ha intensificado sus turnos este año tras la llegada de la pandemia al país.

Además, se desempeña como médico tanatólogo del Servicio Médico Legal, por lo que ha visto la peor cara del virus: la de personas que pierden la vida.

Incluso, Juan Emilio ha debido ver como tanatólogo en el SML a personas que sólo horas antes habían sido sus pacientes en la Posta Central.

Es casado y padre de un niño de 1 año y 8 meses. Sus padres son adultos mayores y tienen patologías de base, por lo que su mayor miedo es a contagiarse y enfermarlos. Por lo mismo, durante este año ha sacrificado la vida familiar en pos del trabajo y el manejo de la pandemia.

Adriana Arias, 37 años

Trabaja como Enfermera Supervisora de la UCI del Hospital Metropolitano.

Decidió dejar su trabajo en la Clínica de Indisa para poder ayudar a Chile en esta pandemia. La decisión no fue fácil, pero fue tomada a nivel familiar.

Está casada hace 6 años y tiene dos hijos mellizos de 5 años. Se aisló totalmente del resto de su familia. Al igual que muchos chilenos, debió abstenerse de participar en importantes celebraciones familiares, como el matrimonio de su hermano en Concepción.

Valora de gran manera el trabajo que se ha realizado en el Hospital, entendiendo que partieron desde cero.

Óscar Antonio Vera, 35 años.

Trabaja como coordinador de Equipo Kinesiólogo del Hospital Metropolitano. Se especializa en el manejo de la respiración mecánica y recuperación de los pacientes post covid.

Como kinesiólogo respiratorio, desempeña una de las labores de mayor riesgo en el manejo de la pandemia, estando constantemente expuesto al virus al tratar a los pacientes entubados.

Lleva 9 años trabajando como profesional en el área de la Salud. Antes de llegar al Hospital Metropolitano estaba en el Centro Médico de La Florida. Por vocación decidió llegar al Hospital Metropolitano y dejar la zona de confort que vivía en La Florida.

Es soltero, vive solo, pero su mayor dolor es no poder ver a su familia producto de la pandemia. Padres, hermanos, sobrinos y abuelos. Todos están orgullosos de la labor que realiza en el Hospital.

Cree que estar en este lugar es atender a pacientes en “situación de guerra”, donde hay constante llegada de pacientes y siempre debes estar disponible para ayudar.

Ruth Patricia Herrera Bravo, 52 años.

Trabaja como Auxiliar de Servicios en el Hospital Metropolitano

Es la encargada de realizar aseo y desinfectar en cada uno de los box con pacientes en la UCI. Atiende diariamente al menos a 12 personas, todas están conectadas a respiración mecánica.

Trabajó anteriormente en la Clínica Dávila y Las Condes. Decidió llegar al Hospital Metropolitano por vocación. Vive junto a su pareja que se desempeña como chofer y sus tres mascotas que son como sus hijos. Junto a su madre son muy apegadas y no las ha podido ver desde marzo.
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