Hasta el 26 de marzo tienen plazo los constituyentes para ingresar las indicaciones que darán forma al nuevo acuerdo del sistema político que propondrán al pleno de la Convención en máximo dos semanas más.
Luego del "fracaso" de la comisión que lleva ese nombre -según lo calificaron sus mismos integrantes-, las conversaciones se reanudaron entre los distintos sectores políticos con dos grandes nudos: las atribuciones del Consejo Territorial, que reemplaza al Senado; y la estructura del Poder Ejecutivo.
Sobre el Consejo Territorial hay al menos un piso base: ya no está en discusión que exista alguna forma de bicameralismo asimétrico, es decir, hay dos cámaras que no trabajan de forma espejada; pero sí
está en conversaciones la existencia del "triunvirato" ejecutivo que conforman la presidencia, vicepresidencia y el ministro de gobierno. El diagnóstico hecho por la mayoría de los convencionales de la comisión es que así como están, los tres no pueden coexistir.
Cuál de los dos se sostendrá aún está en discusión y se anticipa como uno de los puntos críticos de la negociación. Por un lado, la idea del ministro de gobierno es impulsada por el Frente Amplio, MSC e INN, entre otros, y se parece más a la figura del "primer ministro" de los sistemas parlamentarios. De hecho, en el diseño original que habían propuesto quienes lo llevaron a la comisión, este debía ser ratificado por el Congreso de forma de generar un vínculo con esa Corporación.
De eso no quedó casi nada: el ministro que rechazó el pleno es una mezcla entre el titular de Segpres y el de Interior (pero sin el ámbito de seguridad), se encarga de presentar el programa de gobierno al Congreso y participa con el Presidente de la Cuenta Pública, entre otras cosas.
¿Mantener el ministro de gobierno?
"Hay que ajustar varias cosas, una es las competencias de la Cámara Territorial y otra es la composición del Ejecutivo. Hoy día el acuerdo incluye a una figura de Presidente, vicepresidencia y ministro de gobierno. Nosotros creemos que la figura importante ahí es el ministro de gobierno y vamos a buscar que haya un acuerdo que incluya esas dos figuras: presidente y ministro de gobierno", explicó Fernando Atria (FA).
Según comenta Atria y también transmiten desde INN, el vicepresidente no soluciona el problema de la escasa relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, y por eso ven ese cargo con mayor distancia.
En ese mismo sentido, el convencional Fuad Chahin (Colectivo del Apruebo) afirmó que "la vicepresidencia en realidad no tiene ninguna función real, genera más problemas que soluciones. Y claro, algunos dicen que tiene justificación para tratar de resolver el tema de la paridad, pero como lógica de funcionamiento, con las facultades que tiene, no tiene mayor sentido. Es mejor tener un ministro coordinador o ministro de gobierno, que sea realmente un colaborador directo en la articulación política, la ejecución del programa".
No obstante, remarca que "si es que el acuerdo mayoritario va por un vicepresidente, repensemos su figura, no tengo ataduras. Pero tener las tres cosas, solo es foco de futuras contiendas de competencia, peleas de poder e ingobernabilidad y eso trae inestabilidad".
La defensa de la vicepresidencia
En tanto, la idea de la vicepresidencia la defienden el Partido Comunista y el Colectivo Socialista; y también aparecía en las propuestas de Vamos por Chile. Su principal característica es que conforma una dupla paritaria con quien ocupa el sillón presidencial, pero también colabora con las relaciones del Ejecutivo y el Legislativo. En ese marco, este encabezaría las sesiones del Consejo Territorial, entre otras funciones.
"Pensar en un diseño institucional que incluya tres figuras parece ser inviable, esa es la señal que algunos identifican del pleno y por cierto tendremos que definir cuáles son las características de cada una de esas dos y cuál en definitiva acompaña mejor a un régimen presidencial", se limitó a decir Maximiliano Hurtado (Colectivo Socialista), a pesar de que su sector se inclinó inicialmente por un vicepresidente.
Más temprano, el convencional Marcos Barraza (PC) sostuvo que los resultados en el pleno mostraron que "incluso dentro de quiénes llamaron a rechazar completamente el informe, hubo votaciones que dejaron muy claro cuáles son las mayorías que prevalecen. Y en ese sentido me parece que el presidencialismo atenuado se consolida y veo más bien que la idea de un ministro de gobierno no tiene mucho espacio".
Desde Vamos por Chile ya habían criticado la figura del ministro de gobierno por tratarse de una fórmula que tenía remanentes de un sistema parlamentario, y este lunes el convencional Cristián Monckeberg (RN) reafirmó aquellos cuestionamientos. No obstante, aseguró que tiene que existir un complemento al Presidente.
"No va a haber ninguna posibilidad de que el Poder Ejecutivo camine bien si no está bien delimitado lo que hacen la vicepresidencia y la presidencia. Tiene que estar muy bien definido. Si a eso le agregamos una guinda de la torta, que vendría a ser un primer ministro, creo que podría ser explosivo, porque vamos a tener a tres autoridades muy potentes conduciendo el país".
"Por ejemplo, hay una norma que dice que la Cuenta Pública la tiene que hacer el Presidente con el primer ministro conjuntamente. ¿Cómo lo van a hacer? ¿Se van a dividir los minutos? Hay que pulir un poco eso. Ocurre que estas tres figuras están sobre la mesa porque se les está tratando de dar en el gusto a todos, y cuando se le quiere dar en el gusto a todos, las cosas no funcionan", señaló.