Son en total 96 artículos los que deberá votar en general esta noche el pleno de la Convención Constitucional, referidos al sistema político que propuso la comisión que lleva el mismo nombre. El informe contiene definiciones sobre el Estado plurinacional, la democracia paritaria, el Poder Ejecutivo, el diseño legislativo y el sistema electoral y partidos políticos.
De todo eso, se anticipa que probablemente sean aprobadas y avancen a la discusión en particular solo algunas nociones sobre plurinacionalidad y paridad; y algunos artículos individuales sobre el rol del Presidente y de las organizaciones políticas.
Tanto el diseño del triunvirato del Poder Ejecutivo, con un Presidente, vicepresidente y ministro de Gobierno; como el Parlamento, compuesto por un Congreso Plurinacional y un Consejo Territorial, tendrán que volver a la comisión para una segunda propuesta, pero es algo que los convencionales de esa instancia ya se esperaban.
Durante las últimas semanas, desde todos los sectores intentaron ponerse de acuerdo sobre qué puntos en específico rechazar y los bordes de una posible solución para reparar un sistema político que ellos mismos han calificado como "incoherente", "poco armónico", "un engendro", entre otros tantos calificativos más, y que buscaba reflejar un acuerdo al que llegó la izquierda con la centroizquierda, pero que se fue "desdibujando" sobre la marcha.
Así, el trabajo de la comisión "fracasó", dijo Jaime Bassa (FA) en el pleno, y llamó a votar en contra de todo, excepto lo referido a plurinacionalidad y a paridad.
"El resto del diseño da cuenta del esfuerzo que se hizo dentro de la comisión por construir un acuerdo que fuera transversal (...) pero también representa la forma en que ese esfuerzo fracasó porque se construyó un acuerdo que se fue desfigurando progresivamente, semana tras semana, muy probablemente por el peso que tiene la inercia institucional en el ejercicio del poder político", dijo Bassa.
"Es muy difícil mover esa inercia porque detrás de esa inercia hay instituciones que tienen décadas, siglos, ejerciendo el poder en nombre de otros, no en nombre nuestro", acusó.
En eso lo secundó Alondra Carrillo (MSC), quien valoró la norma sobre democracia paritaria y destacó también los artículos que pretenden fortalecer a las organizaciones políticas, tanto partidos como movimientos. Esto a pesar de los duros cuestionamientos a la fragmentación del sistema que podría provocar un diseño como el que se ha propuesto.
"Avanzar en conjunto en construir un acuerdo amplio y transversal fue una tarea que nos dimos y en la que nos comprometimos nosotras también (...) este informe no llega hasta aquí con ese acuerdo, esto da cuenta de las presiones del poder constituido pero también de la necesidad de dar margen de tiempo más amplio para que este debate pueda reformularse desde las orientaciones generales que hemos insistido desde un primer momento", agregó Carrillo.
Las críticas de los defensores del bicameralismo
Entre los defensores de la segunda cámara con mayor cantidad de atribuciones, reconocieron también que faltaba una propuesta más coherente que entregar, porque "si no somos capaces de construir un sistema político que dé garantías a todos los sectores para estar en el poder o ser oposición, todo lo demás puede cojear. El informe que presentamos hoy no es todavía el engranaje impecable que necesitamos. Sin duda, tenemos mucha tarea pendiente en nuestra comisión", comentó Patricia Politzer (INN).
Al mismo tiempo, Claudio Gómez (Col. Socialista), uno de los impulsores del Estado regional, criticó que el sistema diseñado por la comisión no encaja con la propuesta que hizo la Comisión de Forma de Estado y que ya está en parte en el borrador de nueva Constitución.
"El informe y la propuesta que analizamos, si bien constituye un gran esfuerzo para las y los convencionales de la comisión, representa una serie de intereses contrapuestos en la que parece estar ausente el acercamiento de posiciones y la búsqueda de acuerdos: hay contradicciones, omisiones o reiteraciones, piezas de la máquina que no encajan o faltan, lo que podría generar que la máquina no funcione o se eche a perder a mitad de camino", aseguró Gómez.
"En cuanto al sistema de gobierno, el Presidente convive con un vicepresidente totalmente ornamental: su función más importante es subrogar al Presidente. El sistema legislativo constituye el aspecto de mayor confusión de la propuesta, donde ninguno de sus órganos se vincula con la implementación del Estado regional, ya que el Consejo Territorial carece de iniciativa en cualquier ley", complementó el convencional.
"Queremos más poder para las regiones, no menos. Lo anterior no implica mantener el Senado o proponer una cámara espejo, es necesario avanzar hacia un bicameralismo asimétrico. Como lo ha dicho el Presidente Gabriel Boric, es totalmente razonable que el Consejo Territorial no sea sólo simbólico, sino que tenga atribuciones importantes. No tiene sentido que tenga una función meramente consultiva, estamos por transformar a Chile en un país realmente descentralizado", agregó.
Quienes fueron más críticos sobre la propuesta fueron los convencionales de Vamos por Chile, que también aseguraron que rechazarán casi todo lo propuesto, salvo algunas excepciones.
"Hay aciertos escasos y que a mi juicio deben pulirse, a paridad la celebro pero hay que mejorarla, los escaños se reconocen y se les entrega su definición a la ley", sostuvo Cristián Monckeberg (RN).
"Este informe, presidenta, y lo digo con vergüenza, no puede ser aprobado. Debe haber una señal del pleno para que en la comisión, en breve plazo y con toda la capacidad que poseen mis colegas, seamos capaces de generar una estructura que funcione. Pero con diálogo de verdad. Que tomen en cuenta nuestras ideas, si nosotros algo también sabemos", afirmó.
En tanto, la constituyente Marcela Cubillos (Ind. UDI), interpeló al Presidente Gabriel Boric en su intervención.
"La democracia requiere controles y contrapesos que estos artículos debilitan y eliminan. Ya ni siquiera basta refundar, ahora se trata de renegar de Chile, de sus instituciones y su historia. Esto hace este engendro de sistema político, que de hecho no sorprende. Cómo no va a sorprender si el propio Presidente Boric ya fijó el estándar a la calidad del trabajo de esta Convención diciendo que bastaba cualquier cosa, cualquier resultado. Presidente, ese será su estándar, no el nuestro y por eso votaremos en contra de este informe", afirmó.
