Gestión, mantenimiento interno y cifras sobre interrupciones. Esos son los principales temas que aborda una minuta publicada por el Metro de Santiago, donde analiza los episodios de retrasos que ha registrado la estatal en algunas de sus 7 líneas durante los últimos años.
De acuerdo al reporte, los incidentes mayores a 30 minutos disminuyeron en un 36% el año 2024 respecto a 2023, pasando de 28 a 18 casos. Mientras que, a nivel acumulado 2025, también se muestra por debajo del mismo periodo 2024.
"Sin embargo, el tipo de incidente y horario en que se han producido ha generado un impacto a pasajeros considerablemente mayor pasando de 0,77 a 1,21 en el último año", explica el documento de Metro.
Junto con esto, la minuta detalla que las tasas general de fallas, que se compone de fallas ocurridas en trenes (material rodante) así como en energía, vías y sistemas, registran una reducción de 40,6% respecto a 2019, cuando se registraban afluencias equivalentes a las actuales (2021 a 2023 los niveles de afluencia fueron sustancialmente menores por efecto de la pandemia).
"Las tasas de fallas originadas en aspectos de energía, vías y sistemas, que son las que impactan de manera más importante la continuidad de servicio y que ha concentrado parte importante de los esfuerzos de mejora, ha presentado una baja sostenida ubicándose actualmente un 86,6% respecto a 2019", subraya el reporte.
Asimismo, resalta que "las tasas de falla en material rodante en lo que va de 2025 está levemente más alta que 2024, pero se ubica un 32,8% por debajo de 2019".
Al respecto, el gerente general de Metro de Santiago, Felipe Bravo, mencionó a Emol que "sabemos la importancia que tiene Metro para la ciudad de Santiago, por lo que lamentamos los inconvenientes producidos a nuestros pasajeros y pasajeras debido a las fallas que hemos tenido en las últimas dos semanas. Es importante, eso sí, tomar en consideración que este año tenemos el 40% menos de averías que en 2019, cuando trasladábamos a una cantidad de pasajeros muy similar a la que tenemos hoy en día, previo a la pandemia".
"Esta baja en los incidentes operacionales se ha logrado gracias a que permanentemente estamos actualizando y mejorando nuestros planes de mantenimiento, los cuales tienen un porcentaje de cumplimiento superior al 98 o 99 por ciento, que involucran planes y tareas de mantenimiento predictivo, preventivo y correctivo", destacó Bravo.
Comparativa internacional
El informe también hace una comparativa con el resto de los miembros del grupo COMET (Community of Metros), que incluye a sistemas de metro de América, Asia, Europa y Oceanía, como los de São Paulo, Nueva York, Londres, París, Hong Kong, Singapur y Tokio.
Y de acuerdo al documento, el análisis "evidencia un buen desempeño del sistema chileno". "Esta evaluación se basa en los promedios de incidentes que generan retrasos mayores a 5 y 15 minutos por millón de coche-kilómetros. Metro de Santiago registra 2,3 incidentes por millón de coche-km que provocan retrasos superiores a 5 minutos, cifra 13,4 veces menor que el promedio COMET (33,7). En el caso de incidentes atribuibles específicamente al material rodante, la diferencia es: 0,5 incidentes versus un promedio de 6,5, lo que implica 12,2 veces menos fallas que el estándar internacional", puntualiza el texto.
Agrega que "los eventos que causan retrasos superiores a 15 minutos en Metro alcanzan apenas 0,7 por millón de coche-km, mientras que el promedio COMET es de 4,2; es decir, Metro presenta 4,8 veces menos incidentes. Cuando se analiza este mismo indicador acotado al material rodante, Metro de Santiago registra 0,1 incidentes, en contraste con 1,9 del promedio, lo que representa un desempeño 14,1 veces mejor".
Incidentes 2025
Respecto a las fallas registradas este año, el informe explica que, durante los primeros meses de 2025, Metro de Santiago ha enfrentado cuatro incidentes de alto impacto.
"Dos de ellos, que concentran el mayor impacto a pasajeros, han sido ocasionados por fallas humanas en tareas a cargo de las empresas contratistas que están a cargo de labores de mantenimiento. Respecto a ello, se han aplicado las multas correspondientes y se ha definido un plan de acción tendiente a minimizar la ocurrencia de incidencias a futuro", indica Metro de Santiago.
La opinión de expertos
Al respecto, Louis de Grange, decano de Ingeniería UDP y expresidente de Metro, comentó a Emol que "las fallas en los sistemas de transporte masivo existen y seguirán existiendo. Es importante bajar las expectativas. El desafío es que se mantengan en una baja proporción, como ha sido la tónica del Metro de Santiago durante los últimos 5 años".
"También hay un desafío adicional, que está asociado a la efectividad y masividad de las comunicaciones, a fin de que más personas puedan informarse y, eventualmente, modificar sus decisiones para reducir el impacto de estas fallas", mencionó.
"Lamentablemente, los horarios en los cuales han ocurrido estas fallas implican que la cantidad de personas afectadas y los aumentos en los tiempos de viaje son considerables. Y por lo tanto, acá más que enfocarse en el número de fallas, lo importante es enfocarse en el impacto".
Franco Basso, académico de Ingeniería Industrial PUCV
Al respecto, Franco Basso, académico de Ingeniería Industrial PUCV, afirmó que "el impacto de las fallas en el metro lamentablemente han ido en aumento. Si bien la cantidad de fallas sigue estando en el orden de lo que tienen los grandes metros del mundo, lamentablemente los horarios en los cuales han ocurrido estas fallas implican que la cantidad de personas afectadas y los aumentos en los tiempos de viaje son considerables. Y por lo tanto, acá más que enfocarse en el número de fallas, lo importante es enfocarse en el impacto".
"Y para eso, es relevante mejorar los protocolos, avanzar en todas las mantenciones que se deben y también tomar en consideración que hay ciertas renovaciones que quizás se hacen necesarias sobre todo en las líneas que son más antiguas como la Línea 2 y la Línea 5, que por cierto, son aquellas que concentran un porcentaje relevante del total de fallas del sistema", mencionó el académico de la PUCV.
Álvaro Miranda, director de la Escuela de Transporte de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) mencionó respecto del informe de Metro, "se demuestra que se ha hecho un esfuerzo dentro de la empresa y las fallas se han disminuido y están en niveles que son bastante inferiores al de años anteriores. Por lo tanto, ahí se ve que hay un trabajo".
"Ahora bien, lo que ocurre acá es que el Metro de Santiago es tan preponderante e importante en la movilidad de la ciudadanía de la Región Metropolitana, que cualquier falla que implique una suspensión temporal y parcial de los servicios tiene un gran impacto en la movilidad de la población", mencionó en la misma línea que los otros expertos.
Funcionamiento del transporte público
Sobre la efectividad del sistema público en la RM ante estos imprevistos, de Grange aseguró que "los buses del Transantiago no tienen ninguna posibilidad de sustituir al Metro cuando este falla, en particular en los períodos punta. La solución pasa, necesariamente, por seguir expandiendo la red de Metro y generar rutas alternativas, como ocurre en los grandes Metros del Mundo".
"En este sentido, la futura Línea 7 será de invaluable ayuda, ya que presentará una alternativa en el tramo más cargado de la Línea 1 de Metro, que va entre Baquedano y Pedro de Valdivia", afirmó el expresidente de Metro.
Además, Basso añadió que "es muy importante también poder seguir avanzando en mejorar la planificación con los sistemas en superficie de modo de que cuando se generen estas fallas de mayor impacto, los buses estén disponibles a la brevedad para poder funcionar como clones del metro".
El académico de la UTEM subrayó que "aquí el metro está pagando las consecuencias de ser el principal modo articulador de la movilidad en la ciudad".
"Cuando el metro falla, el que tiene que asumir la movilidad de los habitantes de Santiago son los buses, y no tenemos la suficiente cantidad de buses, la flota, las frecuencias como para poder absorber la demanda de metro. Por lo tanto, es muy difícil poder tener un medio paliativo", mencionó el director de Transportes de la UTEM.
Miranda concluyó que la opción de tener una flota de emergencia ante estos casos es "antieconómico, ya que no tiene ningún sentido tener una capacidad de buses y hacer esa inversión en buses, en conductores de manera bastante ociosa, porque se van a usar solamente cuando hay falla y las fallas son muy pocas en el año, como para poder justificar una inversión de ese estilo. Por lo tanto, es bastante poco lo que se puede hacer".