El fenómeno demográfico que va de la mano con la caída de la natalidad tiene efectos importantes sobre el sistema de salud, que se ve desafiado por el aumento de una población envejecida que, por lo general, requiere cuidados más especializados y, por ende, mayores gastos. Los retos en Chile ya se pueden observar en el aumento de las atenciones de urgencias del grupo etario de edad más avanzada. Según cifras del Departamento de Estadísticas e Información del Ministerio de Salud, si se compara 2019 con 2024, se observa un alza de 19,9% en sus consultas en el sistema público.