Reconstrucción del Decennatherium rex.
Óscar Sanisidro.
MADRID.- Hace nueve millones de años vivió en Madrid una especie hasta ahora desconocida de jiráfido que, según afirman sus descubridores en la revista Plos One, ayuda a entender la evolución de las jirafas gigantes de cuatro cuernos.
El estudio señala que el "Decnnatherium rex" es el jiráfico más primitivo del extenso linaje de jiráfidos gigantes con cuatro osisconos, es decir, apéndices en la cabeza.
Los restos fósiles de esta nueva especie fueron hallados en el yacimiento del Cerro de los Batallones, al sur de Madrid. Entre estos se encuentra el esqueleto completo y articulado de un ejemplar, que "componen una de las mejores colecciones mundiales recuperadas de esta familia", explica María Ríos, investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN).
Originaria del final del Mioceno inferior, hace unos 19 millones de años, la familia de los jiráfidos consta actualmente de las cuatro especies de jirafas que habitan las sabanas subsaharianas y el okapi, que vive en los bosques del Congo.
La masa corporal del "Decnnatherium rex" sería algo menor a una tonelada, por lo que su tamaño estaría entre las actuales jirafas y el okapi.
"Hemos comprobado que se produjo un aumento de talla a lo largo del tiempo en este linaje de jirafas y este espécimen era pequeño comparado con las especies más recientes", describe Ríos.
Éstos llegaron a alcanzar tamaños enormes y muy probable que alguna de ellas conviviera con los primeros humanos, añade.
Relación de tamaño entre D. rex y humano (María Ríos / Óscar Sanisidro / Israel M. Sánchez)