Los mercados de carbono son la principal herramienta de los países para reducir los gases de efecto invernadero en la lucha contra la crisis climática.
Se basan en la asignación de un precio a las emisiones de modo que los contaminadores paguen por contaminar. Para aumentar las emisiones por encima del límite que tienen asignado las empresas tienen que comprar créditos a otras que contaminen menos del máximo que tienen asignado.
El principal escollo en la cumbre del clima COP25, la cual es presidida por Chile, es precisamente determinar la reglamentación del artículo 6 del Acuerdo de París sobre estos mercados de carbono. Asimismo, la definición de cómo serán sus mecanismos de conexión y articulación entre unos y otros.
Pese a la relevancia de este apartado del Acuerdo de París, fuentes de la negociación han asegurado que incluso sin llegarse a ningún pacto en la cumbre de Madrid, acuerdo del 2015 se implementará a partir de 2020 como está previsto.
Los países pobres serán los más afectados por el impacto de la crisis climática. Los países tendrán que revisar en la COP25 el llamado Mecanismo Internacional de Varsovia (Wim) establecido por la ONU para garantizar apoyo a los países más vulnerables por los efectos y desastres asociados al cambio climático, con el objetivo de suministrar asesoramiento, además de tecnología a esos territorios para que puedan hacer frente a las pérdidas y daños que sufran.
Además, deberá abordarse el tema de las contribuciones al Fondo Verde del Clima para los países en desarrollo, para garantizar el compromiso de 100.000 millones de dólares al año por parte de las economías avanzadas para 2020 en favor de los países más vulnerables para el desarrollo de políticas de adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos. Las aportaciones hasta el momento están lejos de esas cifras.
El tercer gran aspecto tiene que ver con la premisa: menos emisiones pero con justicia social. La necesidad de proteger a los colectivos más vulnerables en el camino hacia la descarbonización brillará durante todas las negociaciones. De hecho, la temática de género debería empezar a tomar fuerza en esta cumbre, según los expertos.
Los países deberán revisar sus Contribuciones Determinadas a nivel Nacional contra la crisis climática o NDC a partir de 2020, las que explicitan los esfuerzos de cada país para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. La principal meta es mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados.
Uno de los dificultados en la negociación en esta cumbre tiene que ver con la definición del calendario que deberían adoptar los países en relación con las próximas revisiones en sus compromisos. ¿Cada cinco o cada diez años? en general los países más vulnerables solicitan plazos más breves como garantía de compromisos de mayor ambición. En cualquier caso, muchos países o regiones ni siquiera tienen una postura todavía definida al respecto.
Los nuevos pasos para aumentar la presión sobre los contaminadores serán intensos desde los más diversos frentes esta semana. Todo apunta a que el Consejo Europeo pondrá sobre la mesa un paquete de medidas para alcanzar el compromiso neto cero emisiones para 2050.
El miércoles presentará además la UE el nuevo Pacto Verde Europeo con el que la nueva Comisión quiere plasmar su compromiso con la lucha contra el cambio climático y su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. Asimismo, en el marco de la cumbre la presidencia de la COP25 dará su impulso final a la llamada Alianza por una mayor Ambición Climática, que podría cerrarse con más de un centenar de países comprometidos con una mayor ambición para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.
Sobre esta materia, la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, destacó que "Chile será el primer país en vías de desarrollo en establecer por ley la carbono neutralidad al 2050". Esto, tras anunciar que el proyecto de ley marco de cambio climático ingresará este miércoles 18 de diciembre al congreso, dando un importante paso en impulsar la acción climática en nuestro país.
La identificación de los próximos pasos a partir de 2020 una vez activado ya el Acuerdo de París es otro de los grandes retos esta semana para garantizar un compromiso de reducción de emisiones mayor a nivel global.
Los países en desarrollo piden garantías de que se les apoyará en sus compromisos más ambiciosos. El reto de integrar a toda la sociedad y sectores más allá de los gobiernos centrales en este objetivo de la neutralidad de emisiones es otro de los grandes desafíos en esta fase final de las negociaciones de la cumbre del clima en Madrid.