Durante la COP25, la que se desarrolla en Madrid y es presidida por Chile, se presentó un nuevo artículo que fundamenta el rol esencial de la economía circular para enfrentar los efectos de la crisis climática. De acuerdo a lo estipulado en el estudio, la adopcio´n de este modelo, en cinco áreas clave, puede reducir un total de 9,3 billones de toneladas de gases de efecto invernadero hasta el 2050.
De acuerdo al artículo "Completando la Imagen: Cómo la economía circular ayuda a afrontar el cambio climático", desarrollado por la Fundación Ellen MacArthur, el cambio a energi´as renovables resuelve solamente 55% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, por lo que urge encontrar mecanismos que combatan el 45% restante.
El escrito demuestra el potencial de la economi´a circular para combatir esas emisiones que pasan por alto y se centra en cinco a´reas clave: acero, pla´stico, aluminio, cemento y alimentos.
La estrategia propone reducir tanto la producción como los desechos producidos, a través de estrategias como el reciclaje o la reutilización.
Ellen MacArthur, fundadora de la fundacio´n internacional destacó que "el cambio para la energi´a renovable tiene un rol fundamental en la lucha contra el cambio clima´tico, pero sólo eso no es suficiente. Para alcanzar los dema´s objetivos clima´ticos es fundamental que transformemos la manera co´mo proyectamos, hacemos y usamos los alimentos. Completar la imagen mediante la transicio´n para una economi´a circular nos permite alcanzar las necesidades de una poblacio´n en crecimiento".
"Este arti´culo muestra que el cambio para una economi´a circular no es solamente una oportunidad de combatir las emisiones intersectoriales, sino que tambie´n de proyectar una economi´a que es restaurativa y regenerativa, creando beneficios para la sociedad, empresas y el medio ambiente", agregó.
Así, el artículo indica que adoptar de un modelo de economi´a circular en las cinco a´reas clave puede reducir un total de 9,3 billones de toneladas de gases de efecto invernadero hasta el 2050, lo que equivale a eliminar las emisiones actuales de todos los medios de transporte del mundo.
Además, esta estrategia podría aumentar la resistencia a los efectos de la crisis climática y contribuir a alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.