Si hubiese que buscar a alguien joven, carismático, de éxito rápido y que, simultáneamente, no se le hayan subido los humos a la cabeza, ése, probablemente, sería Julián Elfenbein. Es, tal como él mismo se define, un tipo simple, lleno de amigos que lo acompañan desde chico y que tiene una “pega sobreexpuesta y punto”.
Parece extraño, pero muchos de los que lo conocen dicen que así es realmente. Pasa por la vida con una gran cuota de humor, creatividad e inteligencia; no sólo de aquella que se mide en coeficiente intelectual, sino que también de esa que está tan de moda en los últimos tiempos: la emocional.
En su historia de vida, de apenas 31 años, ha sufrido grandes pérdidas, dolores y también enormes alegrías. De todo ha salido airoso, con la confianza y simpatía que lo caracterizan. Eso espera, también, de la operación a la que será sometido en el extranjero a mediados de mes, a raíz del tumor cerebral que se le descubrió hace poco y de lo que no quiere dar más detalles.
“Sigo igual de optimista que siempre, mi ánimo no ha cambiado, pero es mi vida privada y no quiero hablar más de ello”, sentencia.
Tras hacerse conocido en TVN, emigró el año pasado a Canal 13 donde se integró al grupo de machos de "Acoso Textual, el otro sexo". Hoy, en receso, su productora tiene al aire en la señal de cable de la UC el programa "Chile corto".
Es el menor de tres hermanos, todos hombres; estudió en el Instituto Hebreo, su signo zodiacal es Leo y “un zurdo neto”, como se declara.
-¿Por qué recalcas que eres zurdo neto?
“Porque la creencia generalizada es que los zurdos netos son más creativos y me parece que así es. Tú sabes, tenemos más desarrollado el hemisferio cerebral contrario al de los diestros y por eso tenemos ciertas características especiales”.
No hay evidencias de vanidad en esta acotación, lo dice convencido y tratando de explicar el porqué su vida laboral ha tenido un ascenso rápido, pero más bien alejada del periodismo tradicional, que estudió en la Universidad Diego Portales.
-¿Cuándo decidiste ser periodista?
“Siempre he sido más o menos intelectual y humanista. Desde chico me devoraba los diarios y las revistas. Primero estudié derecho un año, pero no me gustó, quería algo más cercano al mundo audiovisual y como soy eminentemente creativo, me decidí por el periodismo”.
“Es por la misma necesidad de estar haciendo siempre algo distinto, creando nuevas cosas, me encanta jugar y divertirme y eso me ha alejado del periodismo duro, que es siempre igual”.
-¿Influyó en esta opción el “Pase lo que Pase”?
“Sí, el tema pasa porque me contacté con un grupo de trabajo muy parecido a mí. Hacíamos televisión en serio, pero jugando. Nos fue muy bien y nos fuimos potenciando”.
-¿Nacen ahí tus personajes?
“Claro, recuerdo con mucho cariño a Julianman, que era un súper héroe bizarro y surrealista; al Canguro, que era un humanista fome, ¡patético! Pero los personajes fueron múltiples y se nos ocurrían a todos, como equipo. Te insisto, nos divertíamos haciendo televisión en serio y como yo he sido siempre juguetón lo pasábamos “la raja””.
-¿No te costó dejar a Ponce Candidato, tu personaje taquilla?
“Ponce nació como un personaje de humor absurdo, el que a mí me gusta, en las rutinas del “Pase lo que Pase”. Después se convirtió en Ponce Candidato en “Noche de Juegos”. Es difícil olvidarlo, con un rating de 40 puntos promedio todos los domingos, cuando él aparecía... te conoce todo el mundo, esperan para verte...”
-¿Le echas de menos?
“Sí, igual le echo de menos, pero fue muy fuerte y desgastador. El libreto lo escribíamos con uno de mis mejores amigos, también periodista (César Carreño) y al final, ya no sabíamos cómo seguir manteniéndolo siempre en ese nivel”.
-¿Volverá?
“Tal vez, en algún momento”.
-Tu carrera tiene otra cara de la medalla, la conducción del reality de TVN al que no le fue muy bien.
“Eso dijeron los medios, pero para mí no fue así. El reality tenía dos patas: el estelar que conducía la Karen y el resumen diario, que hacía yo. En las tardes ganamos casi siempre en audiencia, con un rating que el canal no volvió a marcar”.
-Entonces no lo sientes un fracaso, como se dijo en esa época.
“Para nada. Bien o mal hecho, fue una lata que no se reconociera el esfuerzo de un equipo que sacó adelante un programa con pocos elementos y bajo presupuesto”.
-¿El cambio de canal representa un cambio de etapa?
“ “Acoso Textual” ha sido muy potente. Más que un cambio de etapa, encontré genial poder conversar durante una hora y media con una persona, en una entrevista coral con ocho opiniones diferentes y en que se tocan todos los temas. Fue una súper buena experiencia este cambio al 13”.
-Te declaras un tipo sensible, ¿cómo influye el éxito laboral en tu vida?
“Soy muy sensible; tal vez por eso no me enrollo ni con el éxito ni con el medio. He hecho noticia a partir de mi trabajo y espero que eso no se mantenga a perpetuidad, por eso no hablo de mis cosas personales. No me gusta aparecer en la vida de farándula porque sí, como a algunos que aparecen por salir con tal o cual. A esos les tengo mala, de verdad”.
-Cuando dices “no a perpetuidad” significa que la televisión no está en tus planes a futuro.
“Por el momento sí, pero, como ya te dije, me considero un tipo tremendamente creativo y mis energías están dedicadas principalmente a mi productora, Chile Corto. Soy el director creativo y como me gusta formar equipos, me reuní con unos amigos con los que volcamos en esto toda nuestra experiencia. Ya tenemos un programa al aire en UC cable, que conduce Diego Muñoz y que el domingo empezó su segunda temporada, y espero seguir haciendo muchas cosas más”.
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