Sí, hay una y algunos la llaman la semana de Venus. Es aquella que comprende los seis días anteriores a la ovulación, el período más fértil de nosotras y donde todas nuestras potencialidades saltan a la vista.
Los estudios indican que en esta semana es cuando más atractiva somos, más energías tenemos y estamos en el máximo de nuestras capacidades psíquicas y físicas.
Rebecca Booth asegura que la mujer, en esta semana, se lleva mejor con su pareja, tiene una actitud más positiva y optimista de la vida; es capaz de oír los puntos de vista de las demás personas; se siente mucho más segura de sí; y siente más interés y deseo por su compañero.
Es decir, en la semana de Venus, la mujer se encuentra en la parte de la curva de su libido y eso es simultáneo con su momento de mayor fertilidad.
Sin embargo, Rebecca Booth, en su libro ”Tu semana de Venus” de editorial Urano nos advierte de la serie de enemigos que se levantan sobre nosotras y que pueden complotar contra este período. Entre ellos se encuentran el exceso de azúcar en la dieta; el exceso de fécula (maicena) en la dieta, la falta o exceso de ejercicio; falta de sueño o hábitos irregulares de este; estrés; toxinas ambientales; alcohol, tabaco y algunas enfermedades.
También hace presente que los anticonceptivos en cualquiera de sus formas pueden apagar o enmudecer la semana de Venus, debido al cambio hormonal que inhibe la ovulación.
Lo mejor de los estudios que se han hecho es que se descubrió también la forma de potenciar esta semana. Nada mejor que consumir proteínas que nos refuerzan nuestras energías. Por eso, lo mejor es tener unos tentempiés de frutos secos, especialmente almendras, maní y nueces. También se puede optar por el queso, pero entre menos graso, mejor.
Asimismo, se debe recurrir a los huevos duros, los copos de soja, garbanzos o hummus (fuente de fibra y proteína); sardinas en lata y barritas nutritivas, aunque aquellas que tienen menos azúcar y nada de grasas trans.
La dieta es uno de los pilares fundamentales de una semana de Venus, aunque podríamos decir, que debería ser seguida en forma permanente para estimular nuestro cuerpo.
Es así como entre los supresores de Venus nos encontramos el pan blanco, galletas crakers y papas fritas; las pastas de harina blanca; y las patatas blancas. En vez de ellos se debiera optar por el pan y harina integrales. Pasa lo mismo con el arroz blanco, que debiéramos sustituir por el arroz integral.
Tampoco debiéramos consumir cereales y avena instantánea, sino que por el contrario cereales integrales con nada de azúcar. Otro supresor importante es el azúcar, en todas sus formas, ya sea miel, melaza, fructosa, azúcar rubia, jarabe de maíz. Todo esto lo debes reemplazar por sucralosa.
Qué decir de las bebidas gaseosas, isotónicas, té dulce, zumo de frutas, lo que debe ser abandonado y sustituido por agua, té descafeinado y en, si es que, gaseosas de sucralosa. (Hay que tener en cuenta que un vaso de zumo de fruta contiene mucha fructosa).
En cuanto a las frutas, suspender el consumo de piña, plátano, pasas y sandía y quedarse con las altas en fibras y bajas en azúcar como la manzana, las cerezas y peras.
Los lácteos también deben ser sacados de la dieta, evitándose los yogurt altos en azúcar, los helados, postres y optando por la leche descremada. En cuanto a las carnes grasas, eliminar la ingesta de vacuno o salchichas y quedarse con el pescado, mariscos, pavo, pollo y cerdo. En verduras, opta por las hervidas, asadas o salteadas.