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Prohibición de fumar en playas: Experta advierte sobre urgente necesidad de fiscalizar y concientizar sobre daño al ecosistema

En los próximos días, la medida cumplirá un año de su publicación, pero la llegada de los veraneantes a las costas nacionales ha dejado entrever un serio problema para hacer regir la ley.

27 de Enero de 2023 | 10:43 | Por Nathalia Quijada
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El Mercurio
Son las 17:00 horas de un sábado de enero en la Playa Chica de Las Cruces, El Tabo, y la aglomeración de veraneantes se hace notar en una de las pocas playas habilitadas para el baño en el litoral central. Un centenar de quitasoles hace difícil el paso hacia la orilla del mar y mientras se camina se observa sobre la arena algas, restos de medusa y colillas, varias colillas de cigarro.

Este escenario típico de zona costera debería a esta altura, y según la ley, estar erradicado. Ha pasado un año desde la publicación de la ley que prohíbe fumar en playas de mar, ríos o lagos, y que sanciona además el que se arrojen las colillas en la vía pública. La medida fue aplaudida en su momento, pero al parecer poco se ha hecho para promover el cumplimiento de la ley. De hecho, ni en Las Cruces ni en ninguna otra playa de El Tabo, existe un cartel que advierta de esta prohibición y que anticipe una sanción, y esta situación se repite en otros balnearios populares del país.

La fiscalización quedó en manos de la policía marítima, fluvial y lacustre y, en caso de constatarse alguna infracción, se debe cursar ante el Juez de Policía Local competente. Misma situación ocurre cuando se bebe alcohol en las zonas costeras.

Pese a que los municipios no están a cargo de la fiscalización, sí se esperaba un llamado de advertencia, ya sea en carteles o comunicados en sus respectivas plataformas digitales, para que las personas estén al tanto de la ley. Al menos así anhelaban los especialistas en biología marina que han visto mermada la fauna de las costas chilenas producto de los componentes de las colillas de cigarro que cada verano aumentan exponencialmente.

Desde el programa ciudadano Científicos de la Basura, advierten que la toxicidad de los compuestos del cigarro genera daños "en el crecimiento y reproducción" de los organismos marinos. "Si nosotros vemos una colilla de cigarro, vemos materiales visibles que son el plástico y el papel que recubre. El papel se pierde rápidamente y el plástico del filtro se va fragmentando lentamente, y nunca desaparece del ecosistema. Al entrar en contacto con el agua, van expulsando las sustancias tóxicas que pasan a diluirse en el sistema y que producen daños en el crecimiento de crustáceos, daños en la reproducción de varios tipos de invertebrados y en el desarrollo de las larvas", explica Diamela De Veer, candidata al doctorado de Biología y Ecología Aplicadas de la Universidad Católica del Norte e investigadora de Científicos de la Basura.

A su parecer, esta prohibición de fumar en las costas chilenas "no parece una medida suficiente", porque las colillas de cigarro, al ser un residuo muy pequeño, es muy fácil que nadie las retire del lugar donde se dejan y que posterior a ello exista un "trasporte de las colillas desde las zonas urbanas hacia el medio natural" a través de lluvias, agua, viento o los sistemas de alcantarillado.

"Creo que para que esta medida sea suficiente, habría que extender un poco la ley y ver si es factible la fiscalización que es urgente, porque ya está prohibido tirar este tipo de basura en la playa y el problema persiste. Hay muchas personas que evidentemente no están cumpliendo la ley y el Estado-Gobierno no está teniendo los recursos necesarios para fiscalizar que esto no pase", añade De Veer.

Pese a que la investigadora valora este tipo de iniciativas, sostiene que el "desafío es mucho mayor", considerando además que Chile es uno de los países con mayor número de fumadores en Latinoamérica. "Se necesitan medidas alternativas que vayan de la mano como mejorar lo que es la limpieza (…) Prohibir fumar no va a ser eficiente si no viene acompañado de otras medidas que consideren la conectividad natural entre ciudades y espacios naturales, y que considere los costos de retirar colillas y basura de los espacios urbanos y naturales", indica.

Las cifras


En el año 2021, Científicos de la Basura hizo su más reciente muestreo nacional de colillas de cigarro en playas chilenas, dando como resultado un total de 0.35 colillas de cigarro por metro cuadrado, una cifra que considera a todas las regiones del país. En cuanto a regiones puntuales, De Veer señala que en Tarapacá, Valparaíso y en la región del Libertador Bernardo O'Higgins, hay incluso más colillas de cigarro en sus playas que restos de plásticos.

"En Valparaíso, encontramos dos playas donde este problema es más persistente: en Las Torpederas se encontraron tres colillas de cigarro por metro cuadrado y en El Canelo, dos por metro cuadrado. Son valores considerables si pensamos además que especialmente Las Torpederas es una playa pequeña", dice.

Para esta investigadora, lo esencial está en concientizar a las personas sobre lo que causa el botar sus colillas y otros residuos a las playas. "Las colillas de cigarro son un objeto súper interesante porque nos da mucha información. Significa que esa basura se tiró en ese lugar o viene de un lugar cercano, no ha venido con las corrientes o de otros países lejanos. Significa que sí o sí ha venido de las personas que van a esa playa, por lo tanto las soluciones a esos problemas pasa también por las personas que van a esas playas", concluye.
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