MADRID.- El inglés Michael Owen, el fichaje deslumbrante del Real Madrid esta temporada y el cuarto "Balón de Oro" de su plantilla, emigra a España para revitalizar una carrera que comenzó meteórica y pareció frenada en las últimas temporadas, tanto por su rendimiento, como por el pobre juego del Liverpool.
A falta del reconocimiento médico y de la firma del contrato, el traspaso es un hecho admitido hasta por el entrenador del Liverpool, Rafael Benítez. Un fichaje más barato (12 millones de euros más el canterano Núñez) de lo que se hubiese esperado de un jugador que deslumbró en el Mundial de Francia ’98, pero cuya estrella ha languidecido en las últimas temporadas.
El fichaje del delantero inglés se ha realizado en un tiempo récord puesto que tras confirmarse la venta del camerunés Samuel Eto’o al Barcelona el Madrid decidió invertir parte de ese dinero en la llegada del Balón de Oro 2001.
La llegada del inglés contrarresta el fracaso de la operación de Patrick Vieira, que confirmó hoy que continuará en el Arsenal.
Owen es un delantero de 24 años que se caracteriza por ser un goleador nato y un líder en el campo. Pese a que no cuenta con un físico portentoso (mide 1,73 metros y pesa 70 kilos) batió todos los récords de precocidad en el fútbol inglés, ya que a su capacidad goleadora reúne una gran técnica, velocidad y verticalidad hacia portería.
Owen, hijo de un ex jugador del Everton, debutó con 17 años con el primer equipo del Liverpool, en un partido contra el Wimbledon, el 6 de mayo de 1997 y lo hizo marcando su primer gol.
Tras este buen comienzo, su explosión llegó en la temporada siguiente, la 1997-98, en la que se convirtió en un fijo de su equipo y en el jugador más joven en la historia en ser máximo goleador de la liga inglesa gracias a los 18 goles que marcó.
Esta gran campaña con su club le hizo ser el jugador más joven en debutar con la selección inglesa (con 18 años, en un Inglaterra-Chile (0-2) el 11 de febrero de 1998), en marcar un gol con los
pross (el 27 de mayo de 1998, contra Marruecos) y en marcar un gol en un Mundial (el 22 de junio de 1998, contra Rumania).
Todas esas plusmarcas, salvo la del Mundial, se las ha quitado Wayne Rooney, el nuevo "niño prodigio" del fútbol inglés.
Owen siguió imparable en la temporada 98-99, cuando volvió a ser el máximo goleador de la liga inglesa también con 18 tantos, empatado en esta ocasión con el holandés Jimmy Floyd Hasselbaink y el trinitense Dwight Yorke.
Su carrera deportiva no ha sido siempre un camino de rosas, ya que Michael Owen tuvo sus peores registros en las siguientes temporadas (11 tantos en la 1999-2000 y 16 en la 2000-01). A pesar de estas últimos fracasos deportivos siempre ha sido un jugador imprescindible y de referencia tanto en su club como en la selección.
Destacan en su carrera deportiva la "tripleta" que le marcó a Alemania, el 1 de septiembre de 2001, y los dos goles que anotó en la Copa de la UEFA, contra el Roma, ya que abrieron el camino del Liverpool hacia la conquista de ese título, tras 17 años de sequía del histórico club inglés en las competiciones europeas.
En su palmarés aparecen una Copa de la UEFA, una Copa Inglesa, una Supercopa de Europa, una Copa de Liga y una Supercopa inglesa en el 2001 además de ser designado Balón de Oro en ese mismo año por la revista France Football. Con su selección ha participado en dos mundiales (1998 y 2002).
