

BUENOS AIRES.- La Universidad Católica estuvo a un paso de completar la hazaña en La Bombonera, pero un gol a siete minutos del final privó al conjunto cruzado de llevarse el premio mayor ante Boca Juniors, sellando un empate 2-2 que igualmente los deja en buen pie para alcanzar la preciada final de la Copa Sudamericana.
La maciza actuación del conjunto cruzado casi deja mudo al siempre complicado recinto de los "xeneizes", que se vieron sorprendidos ante la tranquilidad con la que la UC afrontó su visita en la que perfectamente pudo haberse quedado con todos los puntos.
Desde un inicio, el equipo de Jorge Pellicer destacó por su eficiente trabajo en la mitad del campo, donde la entrega de Jorge Ormeño y el talento de Darío Conca fueron fundamentales para darle marcha al engranaje del conjunto nacional.
En el primer tiempo escasearon las ocasiones de gol, aunque en un par de ellas la UC bien pudo abrir la cuenta. A los 24', José Pedro Fuenzalida se equivocó al rematar cruzado desde el borde del área, cuando Jorge Quinteros aparecía solo por el medio. Y cuando se cumplían 38', Francisco Arrué sacó un gran remate desde fuera del área que pasó mirando de cerca el poste derecho.
La UC dejó un excelente sabor en los minutos finales de la primera etapa, cuando el cuadro de Boca se mostraba desordenado y apostando más que nada a los centros como herramienta para acercarse a Buljubasich, que no fue más que un testigo durante todo el primer lapso.
Alfio Basile ajustó las piezas para el segundo tiempo e hizo ingresar a Federico Insúa, quien definitivamente le cambió la cara al cuadro local. Todo comenzó a funcionar en el cuadro argentino: los desbordes de Guillermo Barros Schelotto, la presencia luchadora de Martín Palermo y las frescas ideas que aportaba Insúa.
A los 55', Palermo casi aprovecha un serio error en la salida del cuadro cruzado, pero su remate dio en el palo cuando Buljubasich ya estaba vencido. Diez minutos más tarde, el portero se exigió con un notable manotazo para desviar un cabezazo del propio Palermo, que parecía que entraba muy cerca del ángulo.
Los cruzados demoraron en volver a meterse en el partido, en retornar a su juego de mover el balón por la mitad del campo, de tocar hacia las bandas y de dejar que Conca mareara una y otra vez a su marcador, Fernando Gago. Cuando estaban en eso, llegó la puñalada de Boca. Triangulación certera a los 71' minutos e Insúa aparece en el segundo palo para meter de cabeza un medido centro de Barros Schelotto.
Lejos de echarse a morir, el 1-0 aleonó al cuadro chileno. Fue así como no pasaron tres minutos antes que llegara la primera puñalada de la UC, con un tiro libre ejecutado de gran forma por Conca desde el sector izquierdo, que Facundo Imboden convirtió en gol cabeceando cerca del primer poste.
Y no todo quedó ahí. La UC no se refugió tras el empate, sino que por el contrario subió a molestar desde más arriba a su rival. A los 78', Conca esperó que Nicolás Núñez pasara por su espalda en el sector derecho y le regaló el balón para que sacara centro. Su destino, Jorge Quinteros, quien entrando al área chica fusiló al portero Roberto Abbondanzieri para el 2-1 a favor de la UC. La Bombonera quedó silente por algunos segundos.
A los 82', Quinteros pudo cerrar una jornada gloriosa con el 3-1, pero el juez del partido le cobró fuera de juego cuando ya batía al portero rival con un globo. Cobro dudoso del juez colombiano Oscar Julián Ruiz.
Boca buscó reaccionar con garra y con el ingreso de Rodrigo Palacio, factor importante en los últimos minutos para los locales. Hasta que lograron romper la resistencia, a los 83', otra vez con la ayuda de Barros Schelotto, quien jugó un centro por derecha pivoteado en el sector contrario, para que Palermo definiera de cualquier forma y sin importar la marca casi metido en área chica.
El equipo argentino incluso tuvo el gol de la victoria en los descuentos, cuando Mauricio Zenteno regaló un balón en plena área, pero otra vez apareció Buljubasich para atrapar en un mano a mano y terminar apagando la última esperanza del conjunto dueño de casa.
Ahora la UC queda con un amplio abanico de resultados posibles para avanzar a la final de la Copa Sudamericana, en una serie que se resolverá el próximo jueves 1 de diciembre en San Carlos Apoquindo. La UC necesita un triunfo por cualquier resultado, pero además le sirven los empates 0-0 o 1-1 para clasificar directamente.
En la precordillera santiaguina, el desafío será ahora para Boca Juniors.