SANTIAGO.- El senador UDI Hernán Larraín dijo hoy que si bien la mesa agrícola gubernamental tiene como misión resolver una política a largo plazo para el sector, "constituye un deber irrenunciable el asumir la coyuntura y aprobar medidas de aplicación inmediata".
En este sentido, el también presidente de la Comisión de Agricultura del Senado señaló que el endeudamiento del agro supera los mil 500 millones de dólares, especificando que la pequeña agricultura tiene deudas con Indap por 160 millones de dólares y con el sistema financiero privado por unos 80 millones de dólares adicionales.
Enfatizó que "cabe entrar a un masivo plan de reprogramación de deudas, con créditos a largo plazo disponibles para quien lo necesite, incluyendo las condonaciones que se puedan efectuar al sector de la pequeña agricultura por parte de Indap".
Indicó que la caída del tipo de cambio, aunque ha tenido un repunte en las últimas semanas, tiene un alto costo para los exportadores, cuyos retornos se ven disminuidos por esta situación.
Asimismo, planteó que urge modificar la Comisión de Distorsiones -organismo destinado a evitar la llegada de productos por subsidios-, cambiar su composición, reducir los plazos en los que debe actuar, darle atribución para que pueda proceder por iniciativa propia y exigir información pertinente de los agregados agrícolas y comerciales.
Sostuvo que es necesario avaluar el cumplimiento de estos acuerdos de parte de los países signatarios de los acuerdos comerciales; detener la aplicación del reglamento de condiciones sanitarias y ambientales para el agro, ya que nació para la industria por lo que su aplicación para el agro "traerá malas consecuencias", y solucionar problemas de diversos rubros, entre los que destaca la leche, el arroz, el trigo y la carne bovina.
Al mismo tiempo, demandó una actuación más oportuna por parte de Cotrisa, entidad destinada a intervenir para asegurar que los precios del trigo correspondan a lo acordado por la normativa vigente, y una ampliación de la cobertura del seguro agrícola, ya excluye entre otros a la ganadería y al sector frutícola.
