TOKIO.- Japón ha dejado de ser el motor del crecimiento en el Este asiático, y su estatuto de gran potencia se ve amenazado por China, afirma un estudio anual del ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI), citado por el diario Yomiuri Shimbún este miércoles.
"La era durante la cual Japón ejercía de motor para las economías del Este asiático se acabó", indica el diario citando el Libro Blanco 2001 del METI, cuya aparición está prevista para el 18 de mayo.
El Libro Blanco se concentra en las economías del Este asiático y se centra particularmente en China. El informe explica, según el Yomiuri, que "los países del Este asiático han entrado en un periodo de intensa competición y considera que el fuerte crecimiento de la economía china representa una nueva amenaza para Japón".
El Libro Blanco critica los retrasos de Japón en la reestructuración y la liberalización de su economía, aún muy cerrada a las inversiones extranjeras, y propone, según el Yomiuri, "una estrategia para utilizar la potencia ascendente del Este asiático para resucitar la economía nipona".
China ha pasado a ser, desde 1997, el principal mercado para las inversiones extranjeras directas a nivel mundial, por detrás de Estados Unidos.
El gigante asiático ofrece "una fuerte productividad, un poder de compra elevado, un vivero de excelentes ingenieros y técnicos y una concentración de diversas industrias, incluidos fabricantes de piezas mecánicas".
"Gracias a un flujo netamente más importante de capitales extranjeros que en Japón, China obtuvo un crecimiento económico sorprendente", señala el Libro Blanco.
El Yomiuri recuerda que el Libro Blanco 2000 situaba a Japón en el primer rango regional en términos de tasa de crecimiento, por delante de países recientemente industrializados como Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur, y los cuatro líderes de la ASEAN, Tailandia, Filipinas, Indonesia y Malaisia e inmediatamente después, China.
El Libro Blanco 2001 destaca que los progresos espectaculares de la economía china "no se deben atribuir solamente a la industria textil, liderada por una mano de obra abundante y barata, sino también a los sectores de alta tecnología como las tecnologías de la información, para los cuales se requieren técnicas avanzadas".