SANTIAGO.- El tercer juzgado anticorrupción del Perú aseguró hoy que no ha cursado ninguna orden de detención internacional contra los 3 ejecutivos de Lucchetti acusados de tráfico de influencias en ese país.
Fuentes judiciales dijeron a ValorFuturo desde Lima que durante esta semana el juez Jorge Barreto enviará el expediente del caso al fiscal del ministerio público peruano, quien deberá de decidir si amplía el proceso de investigación contra el empresario Andrónico Luksic Craig; el ex gerente general de Lucchetti Perú, Fernando Pacheco; y el ex gerente general de Empresas Lucchetti, Gonzalo Menéndez.
Esto, porque según las fuentes, el trabajo de investigación -que dura 120 días- ya venció, pero aún faltan diligencias que realizar.
Explicaron que el fiscal demoraría unos 15 días en entregar su dictamen y que se espera que acoja la petición del juez.
Si es así, dijeron, Barreto puede citar a declarar por tercera vez a los ejecutivos chilenos a Perú o bien declararlos "reos contumaces", lo que -recién ahí- se traduciría en una orden de captura a nivel internacional.
Fuentes de la defensa de Lucchetti respaldaron las aseveraciones de la justicia peruana, a la vez que aclararon que iniciarán acciones legales internacionales para revertir la acusación que pesa sobre Luksic, Menéndez y Pacheco.
Los abogados de la firma -comandados en Chile por el Estudio Eluchans y en Perú por Aníbal Quiroga- estudian dos caminos: apelar ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos o solicitar un arbitraje internacional para determinar la responsabilidad del Estado peruano en este proceso.
Citaciones frustradas
Los tres ejecutivos de Lucchetti fueron acusados en Perú de supuestos contactos con el ex asesor de inteligencia del ex Presidente Fujimori, Vladimiro Montesinos, con el fin de conseguir los permisos para instalar una planta de pastas en la zona ecológica "Los Pantanos de Villa", en las cercanías de Lima.
Por ello, la defensa de la empresa presentó hace 3 semanas un recurso de excepción de naturaleza de acción ante tribunales peruanos, que se basa en que no existiría en la ley de ese país fundamentos que permitan acusar a los tres ejecutivos por el delito de tráfico de influencias. Con ello, se buscaba precisar las responsabilidades de Luksic, Menéndez y Pacheco, en el supuesto delito.
Adicionalmente, trataron de conseguir un respaldo de que si los ejecutivos chilenos viajaban a Perú a declarar en el proceso, no serían apresados. Sin embargo, en ninguna de las iniciativas obtuvieron respuesta.
Hasta ahora, los acusados fueron citados dos veces por la justicia peruana. Sin embargo, no concurrieron por temor a quedar detenidos en ese país.