WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene un "cauto optimismo" sobre el desempeño económico de América Latina este año, dijo el sábado a la prensa Anoop Singh, jefe de la institución para la región.
"Nuestro sentimiento general es de cauto optimismo (...) pese a que debemos reconocer que muchos elementos de la perspectiva económica siguen siendo frágiles y la situación en algunos países continúa siendo muy difícil", afirmó Singh, al margen de la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial.
Sostuvo además que en los primeros meses del 2003 hay "evidencia de que los declives económicos han tocado fondo", y que la actividad está recuperándose en parte gracias a la depreciación del real brasileño y de la mejora en la confianza tanto doméstica como internacional.
"Existe una fuerte base para esperar una mejora sostenida, si la implementación de políticas sólidas continúa y el clima externo contribuye", indicó, recordando por ejemplo que ya se ven resultados como la emisión de deuda soberana por 7.000 millones de dólares en el primer trimestre del año.
También dijo estar confiado en que el capital extranjero regresará pronto a la región, lo cual ayudará a Brasil -nuevo ejemplo del FMI para el resto de Latinoamérica- a mejorar sus perspectivas de crecimiento.
Recordó que Latinoamérica es en general muy dependiente de lo que suceda en Estados Unidos, su mayor mercado de exportaciones, por lo cual los indicadores de que la guerra en Irak será corta "son muy alentadores" porque ponen fin a la incertidumbre y preparan el camino para la recuperación.
Según el FMI, el Producto Interno Bruto (PIB) latinoamericano crecerá en promedio 1,5% este año, tras retroceder 0,1% el año pasado.
La caída del PIB de este año se debe especialmente a los grandes retrocesos de Argentina y Uruguay, explicó, aunque destacó el crecimiento de México, Perú, Chile y Brasil.
Singh destacó asimismo señales de un cambio profundo en la realidad política latinoamericana. "Muchos gobiernos están perseverando con políticas macroeconómicas prudentes y reformas basadas en el mercado, pese a grados variados de oposición doméstica", indicó.
A veces en circunstancias muy difíciles los gobiernos se han comprometido a instrumentar políticas económicas sensatas y desarrollar un nuevo consenso basado en el mercado para restaurar el crecimiento, al tiempo que buscan un mayor equilibrio entre resultados económicos y sociales, explicó, y dio como ejemplo los casos de Ecuador y Bolivia.
Indicó que el FMI está dispuesto a trabajar con quien resulte ganador de las presidenciales argentinas del 27 de abril, y añadió que notó en su reciente visita a Argentina un nuevo consenso sobre los motivos que originaron su severa crisis económica.
Uruguay avanza con su programa de reformas, incluido el canje de deuda pública iniciado el jueves pasado, señaló Singh, que dijo estar "impresionado por la mayoría política" que apoya estas medidas.
"La estabilidad ha regresado a Bolivia. El gobierno debe estar muy satisfecho y orgulloso", agregó, y subrayó la flexibilidad y rapidez con la cual la institución modificó el programa con el país andino ante la ola de violencia ocurrida en febrero a raíz del intento del gobierno de crear un impuesto a los salarios.
Colombia, por su lado, está instrumentando un programa económico "fuerte", sostuvo.
Según el funcionario del FMI, las prioridades para América Latina son dos: cómo elevar el crecimiento de una manera sostenida, mejorando la igualdad social, y cómo reducir la vulnerabilidad a las crisis. "Estamos trabajando en la región para ayudar a nuestros miembros a enfrentarlas", aseguró.