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Muere ex jefe de policía secreta de Alemania Oriental

Erich Mielke, quien dirigió la temida policía secreta comunista de Alemania Oriental y que fue el principal espía del organismo durante tres décadas, falleció a los 92 años, anunciaron hoy las autoridades de la ciudad de Berlín.

25 de Mayo de 2000 | 18:26 | AP
BERLIN.- Erich Mielke, quien dirigió la temida policía secreta comunista de Alemania Oriental y que fue el principal espía del organismo durante tres décadas, falleció a los 92 años, anunciaron hoy las autoridades de la ciudad de Berlín.

El diario Berliner Kurier, en un informe que será publicado en la edición de mañana, señala que Mielke falleció el lunes en un asilo de ancianos de Berlín.

Un funcionario de la oficina de registros de Berlín confirmó que se había informado de la muerte de Mielke a ese organismo, pero se negó a informar cuando ocurrió el deceso. El funcionario, quien fue entrevistado por teléfono, tampoco quiso identificarse.

Mielke fue uno de los hombres más odiados de Alemania Oriental, pues encabezó el Ministerio de Seguridad del Estado, conocida como Stasi, y que vigilaba a los ciudadanos para suprimir la disidencia en contra del régimen comunista, y que esparció una gran cantidad de espias en todo el mundo.

La enorme red contemplaba 85.000 espias locales de tiempo completo y 170.000 informantes voluntarios. La Stasi logró mantener la vigilancia sobre varios millones de personas.

Mielke, quien alguna vez llegó a ser el segundo hombre de importancia en el régimen comunista, pasó sus últimos años llevando una vida oculta en Berlín Oriental y recibía una pensión de aproximadamente 1.000 marcos (465 dolares).

Mielke, quien fue toda la vida un comunista que tuvo que huir de Alemania en la década de 1930 para escapar de la represión nazi, fue encarcelado brevemente después del derrumbe de Alemania Oriental y de la unificación de Alemania en 1990.

Una corte de Berlín lo halló culpable en 1993 de haber participado en el asesinato de dos policías berlineses el 9 de agosto de 1931. Fue liberado en 1995 después de cumplir dos terceras partes de su condena, de seis años.

Sin embargo, no pudo ser procesado por haber dirigido la Stasi de 1957 a 1989, y de acusaciones relacionadas por algunos asesinatos a tiros en el Muro de Berlín, debido a su delicado estado de salud y a su avanzada edad.