PRISTINA.- El secretario general de la OTAN, Lord Robertson, recorrió hoy Pristina para sondear por cuenta propia el parecer de la población sobre la campaña militar de la alianza, que puso fin al férreo control impuesto por el gobierno del presidente Slobodan Milosevic en la provincia separatista.
El viaje a Kosovo de Robertson trata de convencer a los líderes de la provincia a que prevengan los esporádicos actos de violencia que amenazan con descarrilar el establecimiento de una paz definitiva.
"Estoy aquí para darle un mensaje explícito al pueblo de Kosovo: la violencia tiene que llegar a su fin o de lo contrario van a perder la simpatía de la comunidad internacional", declaró Robertson.
Rodeado por soldados y reporteros, Robertson tuvo que abrirse paso entre una muchedumbre, cada vez que trataba de contestar una pregunta de un residente o estrecharle las manos.
Los residentes, congregados en la principal avenida de Pristina, le dieron una cálida recepción.
Robertson también viajó a la ciudad de Kosovska Mitrovica, una comunidad dividida profundamente por motivos étnicos. Robertson optó por esquivar esa ciudad en marzo, al parecer por motivos de seguridad.
Hoy se reunió con líderes serbios y albaneses, pero evitó ir al norte de la ciudad, predominantemente poblado por serbios.
Insistió en el progreso alcanzado hasta ahora, a pesar de la presencia de incitadores que vigilan el tránsito en los puentes que conectan el sur, habitado por albaneses, con el norte de la ciudad.
Una serie de medidas económicas y otros incentivos serán empleados para fomentar el acercamiento entre las comunidades, dijo Robertson.
"No vamos a tolerar que el río Ibar se convierta en otro muro de Berlín", subrayó. "No estamos aquí, por más que nos considere como la toda poderosa alianza militar, para imponerles soluciones".
"Tenemos que trabajar con las diversas comunidades y hacer que ellos entiendan que un futuro con mejores condiciones de vida es algo que dependen exclusivamente de ellos", señaló.
A primera hora, Robertson brindó su apoyo al líder albanés de la nueva fuerza de defensa civil en Kosovo, Agim Ceku, al tiempo que prometió ayudar a la organización en sus esfuerzos por promover la paz y la reconciliación en la provincia.
Los serbios en Kosovo ven al cuerpo armado como una reencarnación del ejército rebelde albanés y sostienen que el respaldo internacional es una señal de la ONU y la OTAN de que se favorece a un grupo étnico en particular.
