ASUNCIÓN.- El Gobierno paraguayo levantó hoy el estado de excepción que rige en el país desde la frustrada intentona golpista del 18 de mayo y en virtud del cual fueron ordenadas al menos 89 detenciones de civiles y militares.
La medida fue levantada por medio del decreto presidencial número 8.936/2000, en el que se argumenta que los objetivos del estado de excepción ya se han cumplido.
En principio, el estado de excepción debía prolongarse por 30 días, pero el presidente de la República, Luis González Macchi, ha considerado que ya se ha "restituido el orden y la tranquilidad en todo el territorio nacional", por lo que acortó el plazo.
Según el Ejecutivo, la situación del país ha cambiado totalmente con relación a los días que siguieron a la sublevación militar iniciada en la noche del jueves 18 de mayo y que fuera controlada en las primeras horas del día siguiente.
Entonces, explica la resolución presidencial, se tomó en consideración "la existencia de una grave conmoción interior que ha puesto en peligro el imperio de la Constitución".
Hoy el orden está restituido y "en estas condiciones, aún antes del vencimiento del plazo de 30 días aprobado por el Congreso, el Poder Ejecutivo considera oportuno el levantamiento del estado de excepción", subraya el decreto.
Además de la restitución de la tranquilidad ciudadana, la medida dejada sin efecto hoy permitió, según el Gobierno, la detención de numerosas personas acusadas de participar en los hechos "que alteraron el orden público y la seguridad del Estado".
A partir de ahora, los apresados quedan exclusivamente a disposición de la Justicia ordinaria.
El Decreto 8.936/2000 fue firmado por el presidente González Macchi y los ministros de Defensa, Nelson Argaña, y del Interior, Walter Bower.
La nueva disposición del Ejecutivo fue inmediatamente comunicada al Congreso, que debía reunirse hoy en sesión extraordinaria para tratar, precisamente, la posibilidad de poner fin al estado de excepción.
El titular del Poder Legislativo, el senador Juan Carlos Galaverna, llamó a no asistir a la reunión de dicho estamento tras ser notificado sobre la medida presidencial.
Las autoridades atribuyen la frustrada intentona golpista a seguidores civiles y militares, algunos retirados, del ex general Lino César Oviedo que hace 13 días se hicieron fuertes en la I División de Caballería, situada en las afueras de Asunción.
Los rebeldes tomaron también por unas horas el cuartel central de la Policía Nacional, en el centro capitalino, y el II Regimiento de Caballería, con sede en Cerrito, a unos 60 kilómetros al norte de Asunción, de donde salieron varios tanques que llegaron hasta la sede del Congreso y dispararon contra el Palacio Legislativo.
