SEUL.- Los líderes de las dos Coreas firmaron hoy un acuerdo histórico destinado a pacificar la tensa península después de un conflicto de medio siglo y a buscar su eventual reunificación.
Los dos gobernantes también accedieron a permitir la reunión de las familias que han estado separadas durante décadas, a efectuar otra reunión cumbre y a promover las inversiones surcoreanas que la deteriorada economía del norte comunista necesita desesperadamente.
Sin embargo, el acuerdo no tocó dos preocupaciones estratégicas de larga data: la demanda del norte de que Estados Unidos retire sus 37.000 soldados de Corea del Sur y los programas nuclear y misilístico del norte, que han llevado a Estados Unidos a calificar Corea del Norte como un estado peligroso y marginal.
La reunificación misma es una tarea colosal que según algunos observadores podría demorar décadas.
Después de la firma del acuerdo esta noche en Pyongyang, la capital del norte, el presidente surcoreano Kim Dae-Jung y el líder del norte, Kim Jong Il, sonrieron profusamente, se estrecharon las manos vigorosamente y brindaron con copas de champaña.
En un discurso, Kim Dae-jung elogió a su anfitrión por ayudarle a alcanzar "un acuerdo histórico" y dijo que los dos deben "avanzar juntos en un camino de reconciliación y cooperación".
Muchos surcoreanos también celebraron el acuerdo, aunque algunos se preguntaron si Corea del Norte lo cumplirá.
"Estoy en la gloria", comentó Paek Hong-ki, de 27 años. "Nunca había pensado seriamente en una reunificación con Corea del Norte. Para mí ésa siempre había sido una cuestión abstracta y remota. Ahora de pronto surge como un sueño realizable".
"Kim Jong Il no era el hombre que habíamos supuesto", dijo Kim Coon-ho, de 29 años. "Se le veía normal y aun amistoso. Me siento especialmente bien por los ancianos de las familias separadas. Dialogar y hacer viajes mutuos es el mejor medio de despejar sospechas y hacerse amigos".
"Los acuerdos parecen muy superficiales", dijo Kim Sun-ja, un camarero de 47 años. "Tenemos que esperar para ver si se cumple esta reunión de las familias separadas. Recuerdo convenios similares del pasado que no se cumplieron".
El acuerdo es más detallado que otros que suscribieron funcionarios de menor jerarquía de ambos países en 1972 y 1991. Esos acuerdos, que también disponían la reconciliación y una eventual reunificación, dieron paso pronto a la reanudación de hostilidades.
El acuerdo dice que las visitas tras la frontera se producirán este verano y abarcarán un número no especificado de las decenas de miles de familia que han vivido durante décadas a uno y otro lado de la zona desmilitarizada. El acuerdo anterior ocurrió en 1985 y sólo involucró a 50 personas de cada país.
Corea del Sur también accedió a repatriar un número no especificado de espías norcoreanos que han completado sus penas de prisión en el sur.
El acuerdo establece que la próxima cumbre se efectúe en Seúl, la capital surcoreana, pero no fija fecha. Esa visita indicaría la sinceridad de Kim Jong Il en el proceso de reconciliación.
La cumbre fue cubierta por unos 50 periodistas surcoreanos que viajaron a Pyongyang y transmitieron informes escritos y televisados a los cientos de periodistas extranjeros que se quedaron en Seúl.
Kim Jong Il sorprendió hoy al comenzar la primera reunión formal entre los dos líderes con bromas y risas.
Con su chaqueta gris de estilo Mao, sentado frente a Kim Dae-jung mesa de por medio, el presidente norcoreano elogió al visitante por haber tomado la decisión de viajar ayer a Corea del Norte por primera vez.
Kim Jung Il asumió el poder en 1994 después que murió su padre, Kim Il Sung, fundador de Corea del Norte.