BEIRUT.- Un primer contingente ucraniano de "cascos azules" de la ONU llegó a Beirut para reforzar a las tropas de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) establecidos desde 1978 en el sur del país.
Según el portavoz de la FINUL, Timor Goskel, este primera unidad, compuesta por 50 hombres, es una avanzadilla de los 650 soldados que las autoridades de Kiev tienen previsto enviar al Líbano, y su misión será, en principio, ayudar a desenterrar las minas abandonadas por Israel tras su retirada de la zona.
La llegada del grupo refrenda el anuncio hecho la semana pasada en Beirut por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien afirmó que cerca de mil "cascos azules" reforzarían a partir de julio a los 4.500 soldados desplegados en la actualidad.
El despliegue de las tropas de la ONU estaba previsto que se realizara tras la retirada del Ejército israelí del sur libanés, concluida el pasado 24 de mayo, pero el Líbano lo ha condicionado hasta que Israel acabe con una serie de violaciones denunciadas sobre su territorio.
En este sentido, la FINUL continuó hoy la inspección de las citadas trasgresiones territoriales israelíes en la frontera entre ambos países.
De acuerdo con Goskel, uno de sus equipos de expertos prosigue el examen de la séptima y última presunta violación israelí, que según el Consejo de Seguridad de la ONU necesita una verificación más profunda.
Hasta el momento, el Consejo de Seguridad ha admitido cinco de las violaciones, ha rechazado una, y ha pedido por ello a Israel que ponga fin a las transgresiones.
"A pesar de que los israelíes no responden a nuestras quejas, continuamos verificando, pero tenemos dificultades para corregir las violaciones sobre el terreno", afirmó Goksel.
El Líbano ha señalado que existe diez violaciones territoriales israelíes, pero la ONU ha anunciado que las otras tres dependen de la resolución 242 del Consejo de Seguridad y están relacionadas con el Golán sirio ocupado, en alusión a las controvertidas granjas de Chebaa, en el este del país.
