BUENOS AIRES.- El Presidente de Paraguay, Luis González Macchi, sostuvo que el ex general golpista Lino Oviedo, detenido en Brasil con fines de extradición, no representa un peligro para la estabilidad institucional de su país.
El Mandatario también defendió el proceso de reestructuración de las fuerzas armadas, iniciado hace un mes y medio, poco después de una intentona golpista, y confió en que la privatización de empresas públicas redundará en beneficios sociales.
"Oviedo no es peligroso en el país", indicó González Macchi en una entrevista realizada en Buenos Aires, donde participó en la cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), y que publica hoy, sábado, el matutino local Página 12.
El ex general golpista, quien comandó el Ejército paraguayo, fue detenido hace algunas semanas en la ciudad brasileña de Foz do Iguazú, sobre la frontera con Argentina y Paraguay, y trasladado a Brasilia a la espera de los trámites de su extradición.
Oviedo, quien tiene pendiente una condena de 10 años de prisión por una intentona golpista de 1996, ha sido acusado de ser el instigador del asesinato del vicepresidente paraguayo Luis María Argaña, perpetrado en marzo del año pasado.
Aunque el Presidente paraguayo admitió que "no existen denuncias concretas" sobre presuntos vínculos del ex jefe militar con narcotraficantes y contrabandistas, aseguró que Oviedo "puede entrar cualquier cosa en el país".
"Prácticamente todo el mundo en Paraguay conoce la protección que dio Oviedo, durante sus 25 años en las fuerzas militares, a la acción de empresas ilícitas, ya sea de contrabando o de drogas", destacó González Macchi.
Aseguró luego que la reestructuración de las fuerzas armadas "estaba prevista desde diciembre" del año pasado, por lo cual negó que ese proceso haya sido una represalia al intento sedicioso de militares oviedistas del pasado 18 de mayo.
"En Paraguay teníamos unas fuerzas armadas estancas, cada una por su lado. Ahora todas las unidades (militares) están donde deben estar. O sea que en este momento (el proceso de reestructuración) está totalmente normalizado", explicó.
González Macchi restó importancia a la huelga y movilización de trabajadores de la semana pasada en oposición al plan gubernamental de privatizaciones de las empresas estatales, al decir que esa protesta tuvo "un acatamiento mínimo".
Sostuvo que ese proceso privatizador de las estatales Antel (comunicaciones) y Corposana (agua potable) permitirá "inyectar capital privado para que las empresas mejoren la eficiencia y calidad de atención y se abran a la competitividad".
En Paraguay, con 5 millones de habitantes, "tenemos dos millones de desamparados y creemos que la capitalización (de las empresas públicas) es una vía para que el Estado se modernice y atienda los problemas sociales", concluyó.