MEXICO.- Vicente Fox celebró de forma intensa, pero breve, su triunfo histórico sobre el PRI, mientras su principal adversario, Francisco Labastida, el gran perdedor de anoche, asumió la derrota en el despacho del partido.
Tras conocer su triunfo, Vicente Fox se dirigió a los mexicanos con intervenciones templadas en las que llamó a la concordia y pidió "respeto" para el Partido Revolucionario Institucional, que perdió el poder después de 71 años.
Fox se retiró después de la medianoche a "descansar" e invitó a hacer lo mismo a los miles de simpatizantes concentrados en los alrededores de El Angel de la Independencia de la capital mexicana.
El presidente electo de México madrugó hoy y reanudó sus actividades con una apretada agenda que incluyó entrevistas con prensa y conversaciones telefónicas de los presidentes de Estados Unidos y España, Bill Clinton y José María Aznar, respectivamente, entre otros.
Fox se prepara para tener la primera entrevista personal con el todavía Presidente de México, Ernesto Zedillo, en las próximas horas.
Entretanto, las caras largas y los llantos que se vieron en la sede del PRI acompañaron a decenas de trabajadores que desmantelaban el escenario preparado para una fiesta que se frustró en la sede del partido.
El candidato del PRI, Francisco Labastida, se reunió anoche en privado con familiares y colaboradores cercanos, y recibió una llamada del Presidente Zedillo, según colaboradores del candidato.
La misma fuente dijo que "Labastida no se derrumbó, permaneció sereno y a todos nos inyectaba ánimo, dijo que seguimos siendo una fuerza política con presencia en el Senado y las alcaldías".
La derrota histórica del PRI también se sintió en la residencia presidencial de Los Pinos, en donde algunos miembros del gabinete acompañaron por unos minutos al Presidente Zedillo, que se retiró pronto.
El otro protagonista del proceso electoral, Cuauhtémoc Cárdenas, de la Alianza por México (centroizquierda), cargó con su derrota (apenas superó el 16 por ciento de votos) y se sumó a los festejos del candidato de la Alianza que ganó la alcaldía de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador.
A pesar de la intensa jornada electoral y de las polémicas campañas proselitistas teñidas de insultos y difamaciones, los resultados no alteraron la vida ordinaria en la Ciudad de México y el resto del país, donde las celebraciones fueron intensas pero breves y no degeneraron en altercados.
EUFORIA EN MERCADO FINANCIERO
Los mercados financieros mexicanos reaccionaron con euforia el lunes al triunfo de Fox en las elecciones presidenciales del domingo y por la expectativa de tranquilidad poselectoral.
El peso cerró con un alza de 26,5 centavos a 9,57 unidades por dólar, mientras en la Bolsa Mexicana de Valores el índice de las acciones favoritas (IPC) concluyó con un aumento de 6,12 por ciento.
"Estamos viendo una reacción eufórica en general en los mercados financieros internos", dijo Roberto Galván, subdirector de Análisis de la firma Bursamétrica Management.
"Con la victoria de Fox se plantea un escenario favorable para los inversionistas extranjeros y nacionales debido a que sería un presidente de extracción empresarial y se tiene un respaldo favorable de su desempeño gerencial", agregó.
En Nueva York, empresas mexicanas se ubicaban en el listado de las mayores ganadoras de la jornada.
"Creo que una amplia ventaja, y que los otros candidatos reconozcan su derrota, fortalece bastante a los mercados", dijo Jorge Suárez, economista de Interacciones Casa de Bolsa.
"Al mercado le gusta Fox y su sesgo pro mercado y pro privatizaciones. Su victoria refleja el compromiso con la apertura democrática", dijo Alfredo Thorne, economista en jefe de JP Morgan en México.
Según el escrutinio oficial, la oposición de derecha pondrá fin a 71 años de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a partir del 1 diciembre. El partido oficialista ya ha reconocido su derrota.
"Se espera un rally (una racha alcista) de la democracia, aunque después los mercados van a tranquilizarse hasta que se definan los nuevos funcionarios del gabinete", previó Raúl Feliz, economista del Centro de Investigación y Docencia Económica.
Durante el mes pasado, los mercados financieros mexicanos se vieron afectados por la incertidumbre de los inversionistas respecto al resultado electoral, lo que ocasionó que el peso en su contrato a 48 horas cayera hasta 10,1475 por dólar.
EL VAQUERO
Durante su campaña, Fox se presentó como un hombre fornido, con apariencia de vaquero y como un ex empresario y un gobernador que prefería el consenso. Hoy, el vaquero dio paso al estadista que espera evitar la inestabilidad que ha caracterizado a las entregas presidenciales de gobiernos del pasado en México.
"No amanecimos con una situación diferente, sino con plena estabilidad; todos los mexicanos se despertaron fueron a trabajar, el país marcha normalmente", comentó Fox, que también se expresó con amabilidad tanto por Zedillo como el derrotado Labastida. Indicó que elegiría su gabinete de secretarios dentro de dos meses y que incluiría gente de una variedad de partidos y regiones geográficas, al igual que mujeres.
Los inversionistas se mostraron complacidos: La bolsa de valores de México subió de inmediato un 5% a la mañana siguiente y el peso mexicano abrió con amplia alza con respecto al dólar.
El resultado de las elecciones fue tan sorprendente que los mexicanos tendrían una noción de lo viene después. Nadie con vida ha visto una transferencia pacífica del poder entre partidos en México: El PRI ha gobernado desde 1929, y antes de eso, los mexicanos sostuvieron una larga serie de guerras fratricidas o cambios violentos de regímenes previos.
El PRI fue a menudo confundido con el mismo México, especialmente en las zonas rurales, en parte debido a que tenía un monopolio político de los colores de la bandera y en parte porque por mucho tiempo no hubo diferencia entre gobierno y partido.
El Partido Acción Natural de Fox, que fue fundado en 1939, era considerado un partido marginal de la clase media católica en sus primeros 50 años, y eligió su primer gobernador sólo en 1989.
El ex secretario de Estado norteamericano James Baker, uno de los observadores extranjeros en las elecciones mexicanas, las calificó como "un mar de cambio verdaderamente histórico en la política de México".
"No puede significar nada más que algo bueno en términos de los intereses de Estados Unidos", comentó Baker en una entrevista. "Estados Unidos está interesado en fomentar la democracia en todo el mundo y ésta es la primera transferencia pacífica del poder en las urnas electorales, en una elección muy competitiva, en 71 años".
Además de la presidencia, el PAN ganó casi una mayoría en el Senado y la mayor delegación en la Cámara de Diputados, aunque con escaso margen sobre el PRI. Asimismo le arrebató la gobernación de Morelos al PRI, mientras que mantuvo el estado de Guanajuato, de Fox. El PRD ganó la alcaldía de la capital de México.
La dependencia del PRI de los votos de los sectores rurales nunca fue tan evidente como en estas elecciones, después de haber controlado prácticamente todo el país, no le ha quedado ninguna alcaldía de las 12 principales ciudades de México. Diez de ellas estarán bajo el control del PAN.