LA PAZ.- Dos campesinos del altiplano de Bolivia fueron asesinados el fin de semana, lo que eleva a 50 el número de muertos por la violencia entre grupos étnicos en lo que va del año, según informe oficial.
El ministro de gobierno, Guillermo Fortún, dijo el domingo a la prensa que el nuevo incidente se produjo justo cuando se iniciaba el desplazamiento de una fuerza de casi 300 policías y militares a la zona del conflicto, unos 400 kilómetros al sur de La Paz.
Radios locales informaron que en el enfrentamiento del sábado dos campesinos del norte del departamento de Potosí, de filiación étnica no precisada, fueron asesinados a balazos y sufrieron luego la extracción de casi todos sus órganos.
En casos anteriores no se había informado de tal grado de agresividad entre las etnias rivales.
Los "ayllus" o comunidades de kakachakas del departamento de Potosí mantienen desde fines del siglo XIX una disputa con los laymes y jucumanis, originada supuestamente en la mala definición de sus límites.
Según analistas locales, el conflicto limítrofe y la crisis económica se combinaron este año para desencadenar la nueva ola de violencia, que sucesivas operaciones policiales y militares no han podido detener.
Entre las posibles soluciones, el gobierno dijo que considera ejecutar un plan de traslado de los grupos enfrentados, desde el frío y seco altiplano hasta las tierras calurosas y fértiles de la Amazonía.