RIO DE JANEIRO.- Brasil finaliza la década del '90 con una población más instruída, pero con menos renta, reveló el viernes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge, estatal) al publicar datos de la Investigación Nacional Muestra por Domicilio (PNAD).
La encuesta mostró que Brasil, que encabeza la lista de los países del mundo con peor distribución de la renta, empezó a vivir un proceso de desconcentración de la riqueza. La participación del 10% de los brasileños más acomodados en la renta nacional pasó de 51,5% a 45,7% de 1989 a 1999. Esta realidad se vio acompañada de una disminución de la remuneración real de todos los grupos sociales.
Según los datos del PNAD, un 10% de los ciudadanos más pobres tuvo una pérdida de 6,8% en sus ingresos entre 1998 y 1999, mientras que el 10% de los más ricos perdió un 8,6%.
"La desigualdad de la renta continúa siendo una marca profunda en la sociedad brasileña. Las transformaciones son lentas porque la riqueza no puede distribuirse por decreto", declaró a la prensa el presidente del IBGE, Sergio Besserman.
Según el responsable, la realidad brasileña podría ser todavía "más perversa" si hubiera habido altas tasas de inflación en la última década, en la que los precios estuvieron controlados.
El sondeo, que pretende trazar un retrato del país en esta década de los 90, revela una mejoría en la educación, es decir los brasileños están más escolarizados. En 1995, un 9,8% de los niños de entre siete y 14 años no iban a la escuela, mientras que en 1999, esta cifra bajó hasta 4,3%. La tasa de analfabetismo entre niños de entre 10 y 14 años también cayó de 9,9% en 1995 a 5,5% el año pasado.
En el periodo 95-99, el porcentaje de personas que había concluído por lo menos el segundo grado (cerca de 11 años de estudios) se elevó de 15,5% a 19%.
Según los responsables del sondeo, estos indicadores permiten señalar ue Brasil podrá acabar con el analfabetismo infantil en los próximos 10 años.
Por otra parte, el perfil de las familias brasileñas cambió a lo largo de la década. El número de personas que componen el núcleo familiar disminuyó de 3,6 a 3,4 miembros y se redujo el número de hijos por mujer.
La encuesta revela un progresivo envejecimiento de la población, ya que entre 1995 y 1999, el número de ancianos creció un 14,5%, lo cual significa un aumento de 1,8 millones de personas. En este periodo, el porcentaje de ancianos en la población pasó de 8,3% en 1995 a 9,1% en 1999, según el PNAD.
Además, la calidad de vida de los brasileños mejoró a lo largo de la década, con un aumento del número de domicilios con adecuadas condiciones de higiene y salubridad, electricidad y telefonía.
El porcentaje de domicilios con agua potable pasó de 76,3% en 1995 a 79,8% en 1999, y el número de casas con sistemas de desagüe correctos subió del 60% al 64,6%.
Por último, en cuanto a la composición racial, en 1999, un 54% de los entrevistados se declararon blancos, mientras que un 39,9% se calificaron de mestizos y un 5,4% de negros.