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Motores "Rolls-Roice" serán objeto principal de investigación

A la espera que de lo que revelen la cajas negras del aparato, un fallo en uno de los cuatro motores tipo "Olympus" se considera la causa más probable del accidente, ocurrido el martes tan sólo pocos minutos después del despegue del avión.

26 de Julio de 2000 | 06:09 | EFE
LONDRES.- Los motores de la marca británica "Rolls-Royce" serán minuciosamente examinados en la investigación del accidente del Concorde de "Air France" que causó la muerte a 113 personas cerca del aeropuerto Charles de Gaulle de París.

A la espera que de lo que revelen la cajas negras del aparato, un fallo en uno de los cuatro motores tipo "Olympus" se considera la causa más probable del accidente, ocurrido el martes tan sólo pocos minutos después del despegue del avión.

Los "Olympus", diseñados con la colaboración de la firma de ingeniería francesa "Snecma", han propulsado a los catorce Concorde de las compañías aéreas "British Airways" y "Air France" durante 81.000 vuelos y 227.000 horas de navegación aérea sin ningún incidente grave en sus treinta años de historia.

Los motores del avión supersónico tienen características muy especiales, por cuanto su diseño corresponde más a un aparato militar que a uno civil.

Los dos motores de cada ala están mucho más próximos en un Concorde que en un avión civil convencional.

Los motores "Olympus" se emplearon por primera vez en el bombardero británico de la posguerra "Vulcan" y actualmente los utilizan tres buques de la Armada del Reino Unido, el "Ark Royal", el "Illustrious" y el "Invincible".

La atención de los investigadores se centrará en el quemador auxiliar de los "Olympus", que inyecta una carga extra de combustible en la parte posterior del motor para proporcionarle más potencia en dos momentos determinantes del vuelo: el despegue y cuando el avión acelera para romper la barrera del sonido.

El ex piloto de Concorde David Brister explicó hoy que en estos aparatos "todo ocurre el doble de rápido que en aviones convencionales. Vuelas al doble de la velocidad del sonido y a 60.000 pies de altitud".

El piloto, que maniobró con esos aparatos supersónicos entre 1976 y 1982 y los considera "muy seguros", opina que el diseño especial del avión puede haber contribuido a hacerlo vulnerable a problemas en los motores.

El Concorde, afirmó, "es un avión poco corriente en el sentido de que en cada ala los dos motores están muy juntos. Cualquier cuatrimotor puede funcionar perfectamente si pierde uno de sus motores pero si se estropean los dos de una misma ala, prepárense para pasar momentos difíciles".

"En el Concorde los motores están tan juntos que es posible que uno podría afectar al otro y entonces se produce una situación mucho más grave", explicó Brister.

Otros expertos apuntan que posiblemente la tripulación no pudo restablecer el equilibrio del aparato tras el fallo del motor.

Según el director de la publicación especializada "Jane's Aircraft Components", Philip Butterworth-Hayes, "un fallo en el motor en el Concorde, afecta al equilibrio del avión mucho más que en aviones no supersónicos".

"A veces este equilibrio es tan delicado que cambian a los pasajeros más voluminosos de un asiento del avión a otro", explicó el experto.

Según testigos presenciales, uno de los motores del Concorde accidentado ya ardía cuando el avión recorría la pista para el despegue, y momentos antes de estrellarse el aparato -que no había podido elevarse más de cuatrocientos pies- arrastraba una cola de fuego de más de sesenta metros.

Las causas que se han apuntado para el inicio del fuego abarcan desde la posibilidad de que un ave se introdujera en el motor a la edad de los aviones, que comenzaron a volar en 1969.

Hace tan sólo dos días, "British Airways" reconoció que se habían encontrado grietas en las alas de sus siete Concorde, que obligaron a retirar del servicio a uno de ellos.

El más joven de los Concorde -entre los aparatos más veteranos tanto de "British Airways" como de "Air France"- actualmente en activo se fabricó en 1980, aunque está previsto que los aviones supersónicos continúen operativos hasta el 2015.

Dos inspectores de la Oficina británica para la Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB) se desplazaron al lugar del accidente el mismo martes para colaborar en el esclarecimiento de las causas del suceso.