JERUSALEN.- El Primer Ministro israelí, Ehud Barak, rechazó hoy nuevamente convocar elecciones generales anticipadas y aseguró que seguirá trabajando para formar una nueva coalición de gobierno.
Un día después de la derrota del Premio Nobel de la Paz Shimon Peres en la carrera presidencial, Barak anunció que concentrará sus esfuerzos en la formación de una nueva coalición.
Está previsto que la Knesset sesione mañana, miércoles, en su última reunión previa al receso estival, que se prolonga durante casi tres meses.
En el orden del día se incluirá -una vez más- el debate sobre una ley que permita una disolución prematura de la Knesset y la convocatoria de nuevas elecciones. El actual parlamento fue elegido en mayo de 1999.
Tras la soprendente victoria de Moshe Katzav como nuevo Presidente, el líder de la oposición Ariel Sharon reiteró su exigencia de convocar a elecciones anticipadas.
Sharon rechazó la oferta presentada por Barak para formar una coalición "de unidad nacional". También el partido ultraortodoxo Shas, que fue considerado uno de los responsables de la derrota de Peres, exigió la disolución de la Knesset y la convocatoria de nuevas elecciones. Rechazo además entrar a formar parte de una coalición con Barak a la cabeza.
Incluso desde las filas del partido Laborista de Barak y Peres se oyeron voces que reclamaban una nueva cita con las urnas.
El viceministro de Defensa, Efraim Sneh, comentó tras la derrota de Peres que "si no somos capaces de aprobar (la candidatura) de Shimon Peres para la presidencia, no seremos capaces de aprobar otras cosas, y si no podemos aprobar otras cosas, tendremos que apelar a la mayoría del pueblo".
Según los analistas, el proyecto de ley presentado por la oposición para disolver la Knesset podría obtener mañana una mayoría. El gobierno de minorías de Barak dispone sólo de un tercio de los 120 escaños del Parlamento y con ello poca capacidad de maniobra.
La propuesta debe ser analizada en comisiones y después debe pasar tres nuevas lecturas parlamentarias en el pleno antes de entrar en vigor. Las próximas elecciones podrían ser convocadas, según este esquema, el año que viene.
Por su parte, Shimon Peres declaró esta mañana a la radio israelí que cree posible la convocatoria de nuevas elecciones en un plazo de tres meses.
Según Peres, el receso veraniego de la Knesset debería ser suficiente para cerrar un posible acuerdo de paz con los palestinos.
"Creo que Barak demostró en Camp David mucho valor (...) En los tres próximos meses deberíamos intentar cerrar un proceso de paz con los palestinos", aseguró Peres al tiempo que subrayó que las nuevas elecciones son necesarias ya que "en al actual parlamento no hay mayoría para un acuerdo de paz".
Mañana se sabrá además si el actual ministro de Asuntos Exteriores, David Levy, cumple sus amenazas y abandona la coalición de gobierno de Barak.
El ministro criticó en público las supuestas concesiones que Barak habría hecho a los palestinos en la reciente cumbre de Camp David, Estados Unidos, y pidió la formación de una amplia coalición con el Likud.