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FARC descartan pronto acuerdo sobre cese al fuego

Según el portavoz de la guerrilla marxista, Raúl Reyes, las diferencias entre las FARC y el Gobierno colombiano radican en que para el grupo rebelde el cese de hostilidades no se limita a una suspensión de las operaciones militares, sino que debe incluir un compromiso gubernamental para revertir las políticas socioeconómicas y detener el accionar de los paramilitares.

04 de Agosto de 2000 | 22:07 | AFP
BOGOTA.- El portavoz de la guerrilla marxista de las FARC y miembro del equipo que negocia la paz con el Gobierno, Raúl Reyes, descartó este viernes un pronto acuerdo sobre el alto al fuego, al reiterar que las posiciones de las partes sobre ese particular son divergentes.

Reyes señaló que las diferencias radican en que para las FARC el cese de hostilidades no se limita a una suspensión de las operaciones militares, sino que "debe incluir un compromiso del Gobierno para revertir las drásticas políticas socioeconómicas y para detener el accionar de los paramilitares" derechistas.

A juicio de las autoridades, el alto al fuego debe ir acompañado del fin de los ataques, los secuestros y otras agresiones que, aseguran, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cometen contra los civiles.

"Esos dos puntos de vista, esas dos concepciones no pueden encontrarse fácilmente, porque nosotros consideramos que se requiere una paz que empiece por garantizar el empleo a todos los trabajadores de Colombia", declaró Reyes a la privada cadena televisiva Caracol en la zona desmilitarizada del sur del país, de 42.000 km2, escenario del diálogo.

El Gobierno y las FARC negocian actualmente un acuerdo sobre el nuevo modelo de desarrollo socioeconómico para el país, uno de los 12 temas de la agenda común de paz, que también contempla reformas políticas, el cese al fuego, los derechos humanos y la lucha antidrogas, entre otros asuntos.

Las partes intercambiaron el pasado 3 de julio sus respectivas propuestas para decretar un cese al fuego y de hostilidades y acordaron examinarlas por separado durante un mes, sin que hasta el momento haya habido un pronunciamiento oficial.

El grupo insurgente recrudeció sus acciones en las últimas semanas con asaltos a poblaciones campesinas y ataques a unidades militares y policiales, que han dejado un elevado número de víctimas entre civiles, uniformados y guerrilleros.

Medios de prensa locales sostienen que el incremento de esas acciones coincidió con la aprobación en Estados Unidos de un paquete de ayuda financiera y militar por 1.319 millones de dólares para financiar la lucha antidrogas en Colombia.

Esa asistencia hace parte del Plan Colombia, una estrategia del Presidente Andrés Pastrana para combatir el narcotráfico, impulsar las negociaciones de paz, reactivar la economía y promover el desarrollo social, a un costo de 7.500 millones de dólares, según el Mandatario.

Las FARC y distintos organismos no gubernamentales rechazan ese plan por considerar que agravará aún más la guerra interna.

A raíz de los últimos hechos violentos, diversos líderes cívicos y políticos, que incluso se han reunido con los jefes FARC en la zona neutral, han reclamado el cese de la violencia y la inmediata suscripción de acuerdo sobre el respeto a las normas humanitarias.