MOSCU.- Las autoridades rusas anunciaron hoy miércoles el arresto de dos hombres originarios del Cáucaso, un día después del atentado que provocó siete muertos y un centenar de heridos en Moscú, mientras las policía evocó la pista chechena sin poder probar esta acusación.
El director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Nikolai Patrushev, afirmó que la pista de los indepedentistas de Chechenia "no se descarta", recalcando que tan sólo se trata de una hipótesis entre otras, tras el atentado con bomba el martes en un pasaje subterráneo muy frecuentado de la plaza Pushkin, en el corazón de Moscú.
El Presidente Vladimir Putin advirtió que no hay que acusar sistemáticamente a los chechenos, pero aseguró que la ofensiva rusa en la república independentista del Cáucaso "llegará a buen fin" y que "los terroristas serán eliminados en su guarida".
La bomba, equivalente a una carga de 600 u 800 gramos de TNT, causó 7 muertos y 97 heridos, según el último balance de la policía.
El único en mostrar su rotundo apoyo la tesis de un atentado checheno fue el alcalde de Moscú, Yuri Lujkov, quien dijo estar convencido "casi en un 100%" de que la pista chechena es la correcta.
El único elemento tangible de la investigación, difundido este miércoles por la mañana, es la detención de dos hombres originarios del Cáucaso, un checheno y un daguestano.
Pero podría tratarse de meros testigos, ya que el portavoz del FSB, Alexander Zdanovich, subrayó que es demasiado pronto para saber si los dos hombres estuvieron "implicados" en el atentado.
Un año después de la serie de atentados que provocaron 293 muertos en Rusia, en agosto y septiembre de 1999, las autoridades ordenaron una fuerte vigilancia policial en los lugares públicos de la capital. Este miércoles por la mañana, una bolsa con cuatro kilos de explosivos fue descubierta en una consigna de la estación de tren Kazan, en Moscú.
La bomba de la plaza Pushkin reavivó la psicosis de un atentado en la opinión pública rusa, alimentada por los comentarios de la prensa que no dudó en afirmar, sin prueba alguna, que la guerra que afecta a Chechenia "continúa en las calles de las ciudades rusas".
Tras los atentados de 1999, el presidente Vladimir Putin, designado primer ministro hace exactamente un año, señaló a los jefes de guerra chechenos como los instigadores de los atentados, pero sus acusaciones nunca fueron probadas.
Según un portavoz del FSB citado por la agencia Itar-Tass, los dos detenidos estaban en posesión de droga y de textos de los wahabitas, los fundamentalistas islámicos que inspiraron la rebelión independentista en el Cáucaso.