
EISENACH.- Un neonazi de 19 años fue detenido hoy poco después de la explosión de una bomba frente a una cafetería de un inmigrante turco, en un nuevo acto de violencia xenófoba que estremece a la nación germana.
Nadie resultó herido en la explosión de esta madrugada, que rompió el vidrio de la puerta del local. La policía halló restos de un cartucho de gas comprimido que presuntamente contenía el explosivo.
Poco después, un patrullero policial avistó a
Patrick Wischke, dirigente juvenil del ultraderechista PAR. Conocido alborotador, ha sido detenido varias veces por ataques y peleas callejeras.
El ataque reavivó los temores de una oleada de violencia xenófoba y antisemita, que en lo que va del año ha dejado tres muertos a golpes además de varios atentados con bombas. Dirigentes cívicos han pedido a las autoridades que incrementen la represión de los neonazis y a la opinión pública que intervenga para impedir esos ataques.
Vecinos de Eisenach pasaban hoy por el local a expresar solidaridad con el dueño,
Yilmaz Alkan, quien abrió el negocio en 1995.
"Hasta ahora, nunca tuve problemas con los alemanes", dijo Alkan. "Pero temo por mi familia y mis dos hijos".
Hace dos semanas, cuatro cabezas rapadas de entre 17 y 21 años fueron detenidos por atacar a dos hombres africanos en Eisenach, unos 160 kilómetros al noreste de Francfort, en la ex Alemania Oriental.
Están presos mientras aguardan juicio por lesiones graves, incitación al odio racial y calumnias.
En el estado sureño de Baden-Wuerttemberg la policía allanó los apartamentos de dos adolescentes que habían creado páginas de Internet con esvásticas, chistes racistas y los nombres y direcciones de extranjeros residentes en la zona.
También allanó el apartamento de otro joven que enviaba mensajes racistas por medio de un teléfono celular.