BOGOTA.- La ofensiva rebelde que la semana pasada dejó a oscuras el oriente de Colombia y causó daños a por lo menos 50 vehículos, podría incrementarse en los días previos a la visita del presidente estadounidense Bill Clinton.
Desde que se informó sobre la llegada del mandatario del país del norte el próximo 30 de agosto al balneario caribeño de Cartagena, los rebeldes han aumentado su accionar militar ante lo que consideran una intromisión de Washington en los asuntos internos del país.
El primer pronunciamiento lo hizo la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que a través de varios de sus negociadores en la mesa de diálogo de paz con el gobierno rechazó la visita de Clinton, a la que tildó de inamistosa.
"La visita del presidente estadounidense nos confirma que se aproxima una intervención directa y abierta de ese país en Colombia", aseguró desde el caserío de la zona neutral de Los Pozos el portavoz de las FARC, Carlos Losada.
El grupo rebelde, que aglutina a más de 15 mil hombres en sus filas, advirtió sobre el escalamiento de la guerra en la que Estados Unidos tendrá un papel muy importante con su apoyo al Plan Colombia.
Washington aprobó mil 300 millones de dólares para financiar el programa que incrementa la presencia de tropas antinarcóticos en zonas bajo control de la guerrilla y enfoca los esfuerzos hacia la recuperación social de las áreas golpeadas por el conflicto.
"No creemos que el presidente Clinton venga a oír precisamente el clamor de paz de los colombianos", aseveró Antonio García, segundo comandante del rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) al rechazar la visita del gobernante prevista para el 30 de agosto.
Como acto de protesta, la organización guerrillera, la segunda de Colombia después de las FARC, declaró hace ocho días un paro armado en los departamentos de Bolívar, Magdalena, Guajira, Sucre y Cesar, donde quemó al menos 50 vehículos y secuestró a cinco civiles.
Durante la ofensiva fueron también derribadas 13 torres transmisoras de energía, con lo que ascendió a 40 las destruidas en las últimas semanas y fue atacado en 10 ocasiones el oleoducto Caño Limón Covenas, el segundo en importancia del país.
Aunque el ELN suspendió el bloqueo de vías, anunció que continuará con el resto de actividades militares en rechazo a la presencia de Clinton en Colombia, que según manifestó no contribuirá en nada a la paz.
El gobierno de Andrés Pastrana censuró la actitud de los rebeldes de querer sabotear la visita del mandatario estadounidense y les recordó que la mayoría de los colombianos no comparten su accionar y sí están a la espera de actos de paz.
A pesar de que el Ejecutivo ha explicado que los fondos del Plan Colombia, a implementar en tres años, serán destinados a combatir el narcotráfico, los guerrilleros creen que se trata de una estrategia militar avalada por Washington para "bombardear" sus territorios.
La guerrilla de las FARC ha advertido que permanecerá en la mesa de negociación de paz, instalada en 1999 en la zona neutral al sur del país, pero que responderá a cualquier agresión que se haga contra sus hombres.
Mientras autoridades de Colombia y Estados Unidos avanzan en los preparativos de la visita de Clinton, fuerzas de seguridad locales se mantienen alertas ante la posibilidad de una nueva arremetida rebelde en los días previos a la llegada de Clinton.