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Río limpiará playas "prohibidas" desde hace tres décadas

Se trata de las playas de Leblón y San Conrado, en la exclusiva zona sur de Río de Janeiro, que antes de fin de año dejarán de recibir emisiones ilegales de aguas servidas.

16 de Septiembre de 2000 | 12:33 | EFE
RIO DE JANEIRO.- Río de Janeiro, la ciudad de las "praias maravelhosas", recuperará pronto dos playas vedadas desde hace 30 años por culpa de la contaminación, se informó hoy oficialmente.

Las playas de Leblón y San Conrado, en la exclusiva zona sur de Río de Janeiro, dejarán de recibir antes de fin de año emisiones ilegales de aguas servidas.

Con una inversión de unos seis millones de dólares, la compañía sanitaria regional Cedae pretende rescatar ambas playas, que luego de décadas serán reincorporadas al circuito turístico, motor de la economía carioca.

"Elegimos Leblón y San Conrado, muy visibles y frecuentadas por turistas, pero donde la calidad del agua no cumple los estándares aceptables", dijo a EFE el director de Cedae, Evandro Brito.

Si el gobierno regional entrega en octubre el financiamiento, las playas comenzarán a estar a punto en febrero.

"Aunque las obras durarán entre seis y siete meses, en Carnaval, si todo sale bien, tendremos las playas ya en condiciones para los bañistas", explicó.

Pero Vilmar Berna, editor de la revista ecológica Jornal do Meio Ambiente, opina que las autoridades son ilusas.

"Esto no se arregla en seis meses ni en seis años. El problema se arrastra desde la planificación urbanística de esta ciudad, hace más de tres siglos y falta determinación oficial", dijo a EFE.

Cuando quiere promocionar Brasil, el Gobierno utiliza imágenes de las playas cariocas, declaró el activista. Es un espacio democrático por excelencia y -sólo por eso- merecería recursos que están siendo negados.

Según datos oficiales, cinco millones de turistas extranjeros visitan anualmente Brasil. Río de Janeiro seduce a cerca de un 40 por ciento de los visitantes.

Las obras, indicó Brito, consisten en complementar las redes de alcantarillas y mejorar la recuperación de las aguas contaminadas vertidas por las favelas incrustadas en los cerros que envuelven la zona sur de la ciudad.

"El resto de las playas de Río de Janeiro, desde Copacabana hasta Ipanema, están en perfectas condiciones", dijo.

Un informe del Banco Mundial advirtió en 1996 que la polución de las aguas amenazaba el desarrollo turístico de Río de Janeiro.

Los expertos de la agencia internacional concluyeron que aunque la mayoría de las aguas residuales era recolectadas, el tratamiento de agentes contaminantes orgánicos e industriales era ineficiente.

Para Berna, del Jornal do Meio Ambiente, ni siquiera el ambicioso programa de recuperación de la Bahía de Guanabara, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo y el gobierno de Japón, permitirá limpiar las costas de la ciudad.

Los 800 millones de dólares invertidos en el proyecto solucionan sólo un 30 por ciento del problema, declaró. "La polución industrial continuará".

A mediados del año pasado, la rotura de uno de los principales colectores de aguas servidas de la ciudad convirtió las playas de Copacabana, Ipanema y Leblón en una fétida cloaca. Brito opina que eso es cosa del pasado.

"Efectivamente, a fines de la década de los '80 la mala calidad de las playas cariocas fue noticia en todo el mundo", opinó. "Hoy, en términos generales, la situación es buena".

El presidente de vecinos de Leblón, Joao Fontes, no comparte el entusiasmo oficial.

"Los que creen en Papa Noel son los niños", dijo al periódico O Globo. "Yo hace tiempo que dejé de ser un niño".

La Cedae tiene previsto invertir otros 11 millones de dólares en recuperar las aguas de la Lagoa Rodrigo de Freitas, un lago natural de la zona sur donde miles de peces aparecieron flotando, muertos, en una patética escena durante el pasado Carnaval.

La panorámica bahía de Guanabara, escenario que los descubridores portugueses eligieron en 1565 para levantar la ciudad, fue teñida de negro dos veces este año debido a fugas de crudo la estatal Petróleo Brasileiro.