MOSCU.- La negativa de Estados Unidos a permitir la inspección de sus dos submarinos que se encontraban en el mar de Barents cuando se hundió el "Kursk" ha reforzado, según Moscú, la tesis de que el sumergible ruso naufragó a consecuencia de una colisión.
La decisión del Pentágono "era previsible, aunque quedaba la esperanza de que el actual nivel de relaciones entre nuestros países permitiría una respuesta favorable de Washington", dijo anoche un portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia.
Fuentes de esa cartera lamentaron que el secretario de Defensa norteamericano, William Cohen, rechazara la petición de su homólogo ruso, Igor Serguéyev, de aceptar la inspección de dos submarinos norteamericanos que se hallaban en la zona donde el pasado 12 de agosto el "Kursk" se fue a pique con 118 tripulantes a bordo.
El Ministerio de Defensa declaró a la agencia Interfax que la actitud del Pentágono "refuerza la versión de que la causa del hundimiento del 'Kursk' pudo haber sido un choque con otro objeto submarino".
Según un portavoz de Defensa, "Estado Unidos ni una sola vez ha admitido que sus submarinos han colisionado, incluso cuando se ha tratado de hechos evidentes".
"Hay tres versiones sobre las causas del accidente, y ninguna de ellas puede considerarse como la principal", afirmó hace unos días Iliá Klebánov, viceprimer ministro y jefe de la comisión gubernamental rusa que investiga las circunstancias del naufragio del submarino.
Además de la colisión con un "objeto submarino de gran tonelaje", el Gobierno ruso considera también la posibilidad de una explosión o del choque con una mina de la época de Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, también se barajan otras versiones no oficiales, entre ellas que el "Kursk" fue alcanzado por un torpedo ruso y colisionó con un buque también ruso al intentar emerger tras el impacto.
El senador Serguéi Zhékov, miembro de un grupo de trabajo del Senado de Rusia que investiga el accidente, ha afirmado que la tesis de que el "Kursk" se hundió debido a un choque con un submarino extranjero "no tiene ningún asidero".
Zhékov, presidente la asamblea legislativa de la región de Primorie, extremo oriente de Rusia, indicó que estas explicaciones de la tragedia en la que murieron los 118 tripulantes del "Kursk" son "muy cómodas para el alto mando y para los constructores del submarino".
Según el legislador, ex submarinista, durante los ejercicios navales en el mar de Barents el submarino siniestrado debía atacar al crucero "Pedro el Grande", el buque insignia de la Flota del Norte, que actuaba en calidad de "portaaviones del enemigo en potencia".
"Al defenderse, el 'Pedro el Grande' disparó contra el 'Kursk' cinco cohetes-torpedo, pero después de las maniobras fueron hallados sólo cuatro", añadió.
El senador recalcó que "lo más probable es que el submarino fuera alcanzado por el cohete-torpedo que falta y que al tratar de emerger chocara con un buque de superficie ruso, posiblemente con el 'Pedro el Grande'".
El "Kursk", uno de los más modernos de la Armada de Rusia, se hundió el pasado 12 de agosto en las aguas del mar de Barents, en "la peor catástrofe de la historia de la flota submarina rusa", como calificó el accidente el alto mando naval.
Según las últimas declaraciones oficiales, los 118 tripulantes del submarino, que presenta en su proa un boquete de más de un metro cuadrado, perecieron pocos minutos después del accidente.
El "Kursk", con un desplazamiento de 14.700 toneladas, capaz de portar 24 cohetes atómicos y propulsado por dos reactores nucleares, participaba en unos ejercicios navales y tenía previsto efectuar pruebas con un nuevo tipo de torpedos.