LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Hugo Banzer dispuso hoy una ofensiva contra los bloqueos campesinos y la huelga del magisterio tras denunciar que la difícil situación configura una sedición abierta que en 11 días dejó un saldo de nueve muertos.
Anunció que la "pacificación", a cargo de tropas militares y policiales que intentaron sin éxito hasta ahora despejar los caminos, será acompañada con un diálogo con los sectores en conflicto.
De acuerdo al Ministerio de gobierno, el estallido social que convulsiona al gobierno del presidente Banzer ha dejado en 11 días nueve muerto.
El campesino, Cirilo Choquehuanca, el maestro rural, Joaquín Morales y Toribio Chui, portero de la escuela de Huarina, 75 kilómetros al norte de La Paz, fueron las recientes víctimas al producirse allá la refriega más intensa del jueves.
Banzer, en un mensaje radiotelevisado al país en la noche pasada, denunció que "minorías radicales han llevado al extremo sus protestas" y que "estamos frente a una sedición (...) que tiene como fondo dar fin a la democracia".
También dijo que "la conjura se ha estado armando desde hace tiempo", pero abrió puentes para negociar el fin de la violencia al acoger un pedido de la Iglesia Católica, la Defensoría del Pueblo y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos para volver al diálogo.
"Todo esto estaba dirigido y no se trataba de una coincidencia que los maestros actuaran por un lado, los cocaleros crearan problemas en otro, que los campesinos exigieran algo (...) y hoy todos están unidos", expresó.
Explicó que la prudencia de su gobierno por concertar y dialogar con la sociedad para resolver los graves problemas de pobreza y estancamiento económico se confundió con una aparente falta de autoridad.