SEVILLA.- La policía ha desactivado en menos de 24 horas dos bombas localizadas en sendos coches de suboficiales del Ejército español y cuya colocación fue atribuida a la organización separatista vasca ETA.
Hacia las 10H00 GMT, agentes policiales procedieron a desactivar mediante una explosión controlada un artefacto explosivo, que había sido colocado en el coche de un suboficial del Ejército de Tierra en Sevilla (sur), informaron este domingo fuentes de la delegación del Gobierno en Andalucía.
El coche se encontraba estacionado en un antiguo almacén de intendencia del Ejército en la carretera de Su Eminencia, al sur de la capital sevillana y muy cerca del estadio de fútbol Manuel Ruiz de Lopera.
El conductor del coche, un suboficial cuya identidad no ha sido divulgada, sospechó que algo iba mal al descubrir que la puerta del copiloto había sido forzada y, tras comprobar su vehículo, localizó un objeto extraño bajo el asiento del conductor, por lo que avisó a los servicios de desactivación de explosivos, según la misma fuente.
Los artificieros desactivaron mediante una explosión controlada la bomba, que era de similares características al que esta tarde fue neutralizado en el coche del brigada del ejército de Tierra José María Velázquez Vázquez, y cuya colocación fue atribuida a la organización separatista vasca ETA.
El brigada Velázquez notó un ruido raro en su coche cuando se dirigía de Sevilla a Chipiona, en la provincia de Cádiz (suroeste) por lo que al llegar a su destino, tras recorrer 124 kilómetros, inspeccionó su vehículo descubriendo un paquete sospechoso bajo su asiento.
El militar, de 44 años de edad, casado y con cuatro hijos, dio entonces aviso a los Técnicos en Desactivación de Explosivos (TEDAX) de la policía que procedieron a la desactivación del artefacto mediante una explosión controlada, que destruyó el coche y afectó a los cristales de dos edificios cercanos.
El artefacto encontrado en el coche del brigada Velázquez, de las mismas dimensiones que la segunda bomba, estaba compuesto de una fiambrera con un kilo de cloratita, un explosivo utilizado habitualmente por ETA.
"Nadie que no sea ETA puede realizar una monstruosidad semejante", afirmó el sábado en Torremolinos (sur de España) el ministro de Defensa español, Federico Trillo, mientras que el subdelegado del gobierno en Cádiz, Miguel Osuna, había afirmado horas antes a la AFP que "todos los indicios apuntan a que se trata de una nueva acción" de la organización armada vasca.
La policía considera que ETA cuenta con una infraestructura en Sevilla o en alguna localidad cercana, ya que una doble acción como la frustrada entre el sábado y el domingo necesita de una preparación previa.
Además, fuentes de la investigación informaron que el brigada Velázquez no utilizó su coche en tres o cuatro días por lo que es difícil saber cuando se colocó el explosivo.
Los intentos de asesinatos de los dos suboficiales elevan a cuatro los ataques de ETA contra el Ejército desde principios de año, después de que el pasado 9 de agosto asesinara a tiros al subteniente Francisco Casanova Vicente en Berriozar (norte), cerca de Pamplona.
Anteriormente, el 21 de enero, la organización armada vasca había asesinado en Madrid con un coche-bomba al teniente-coronel Pedro Antonio Blanco García, poniendo fin a una tregua de catorce meses.
El último atentado mortal llevado a cabo por ETA, que ha asesinado a 13 personas en lo que va de año, tuvo lugar el pasado 21 de septiembre cuando mató en San Adriá del Besos (Barcelona) de un tiro en la nuca al concejal del gobernante Partido Popular (PP, centro-derecha) José-Luis Ruíz Casado.
Los dos nuevos atentados frustrados de ETA tienen lugar después de que el jueves pasado fueran detenidas nueve personas, en el País Vasco (norte) y Navarra, acusadas de pertenecer al movimiento EKIN, considerado el aparato político de la organización armada vasca.