GREENSBORO (Carolina del Norte).- El vicepresidente Al Gore, acusado de haber exagerado sus logros, prometió "hacer todo lo posible para precisar los detalles" esta noche en el segundo debate presidencial contra el gobernador de Texas, George W. Bush, que intentará evitar los errores gramaticales que comete cuando está cansado.
Ambos equipos dijeron que sus candidatos no serán los primeros en recurrir a las tácticas negativas y ataques personales en el debate de 90 minutos, que tendrá lugar en un formato menos protocolar que el efectuado la semana pasada en Boston.
Ambos se sentaran en torno a una mesa con el moderador Jim Lehrer, en lugar permanecer parados tras dos podios.
El gerente de la campaña de Gore, William Daley, dijo esta mañana a la cadena de televisión NBC que los podios hacen los debates más competitivos. "Algunas personas prefieren no usarlos". Agregó que Bush solicitó el formato de debatir en torno a una mesa.
La vocera de Bush Karen Hughes dijo que sus asesores solicitaron este formato por "permitir un intercambio de ideas más profundo y extenso".
Hughes mencionó, en la misma cadena de televisión, los gestos faciales y suspiros de Gore en el anterior debate y "su tono condescendiente", pero aclaró que a Bush le preocupan más las "mentiras" del vicepresidente en torno a sus respectivos planes para sanear el seguro médico de los pensionistas, llamado Medicare, y las subvenciones a la enseñanza.
Preguntado por los gestos faciales y suspiros de Gore cuando le correspondió hablar Bush, Daley reconoció que "podría haberlos exagerado" tras haber sido criticado durante meses de ser "demasiado estirado o demasiado aburrido".
Gore dijo anoche a la cadena de televisión CNN que "haré todo lo posible para precisar los detalles y suspiraré menos".
El debate tendrá lugar en el auditorio de la Universidad Wake Forest, en Winston-Salem, donde en 1988 tuvo lugar el debate entre el padre de Bush, y el gobernador demócrata Michael Dukakis. En esta ocasión, el debate tiene lugar con ambos candidatos prácticamente igualados en los sondeos de opinión y a cuatro semanas de las elecciones presidenciales, que se realizarán el 7 de noviembre.
Un tercer y último debate tendrá lugar el próximo martes en San Luis.