BUENOS AIRES.- El jefe de los espías argentinos, en el centro de un escándalo por una presunta malversación de fondos y pago de sobornos, renunció el viernes a su cargo, dejando sin uno de sus aliados claves al debilitado Presidente Fernando de la Rúa.
Fernando de Santibañes presentó su dimisión al Mandatario un día después de criticar a la coalición de gobierno en Argentina -la Alianza-, al sugerir que debería disolverse debido a que su crisis interna le impide a la economía local volver a crecer.
"El secretario de Inteligencia del Estado Fernando de Santibañes presentó formalmente su renuncia al Presidente de la nación", dijo a periodistas Darío Lopérfido, portavoz del gobierno, y agregó que la dimisión aún no fue aceptada por De la Rúa.
Horas antes, el ministro del Interior, Federico Storani, un férreo crítico de Santibañes, había afirmado que la permanencia del funcionario en el gobierno comenzaba a "hacerse incompatible por sus juicios".
La justicia investiga si la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), sospechada de promover un presunto pago de sobornos a senadores a cambio de la aprobación en abril de una ley laboral impulsada por el gobierno, también habría falseado sus balances para ocultar más de 20 millones de dólares en cuentas privadas.
Puntualmente, la justicia investiga a 11 senadores por el presunto cobro de sobornos, a la vez que tiene en la mira a Santibañes y a un ex ministro de Trabajo argentino por haber sido los presuntos promotores de estos pagos.
A pesar de las fuertes sospechas contra él, De la Rúa nunca le sacó su respaldo al polémico funcionario, lo que provocó una crisis política en el seno de la Alianza que derivó en la renuncia del vicepresidente Carlos Alvarez.
El saliente titular de la SIDE es un amigo personal de De la Rúa y forma parte de un grupo de dirigentes políticos fieles al mandatario y a quienes consultaba asiduamente a la hora de tomar decisiones.
Esta situación irritó a muchos funcionarios del gobierno, que se sintieron desplazados, y enfureció a Alvarez, que había acusado a Santibanés de alentar desde las sombras la ruptura de la Alianza.
Analistas señalaron que el alejamiento de Santibañes ayudaría a recomponer la tensión dentro de la Alianza pero debilitaría a De la Rúa, que quedaría sin el apoyo de uno de sus mayores aliados.
La renuncia del vicepresidente fue un duro golpe para la coalición formada por su partido -el izquierdista Frente del País Solidario (Frepaso)- y la centrista Unión Cívica Radical (UCR) de De la Rúa.
La crisis, que amenazó con quebrar la relación entre las dos fuerzas políticas, sobrevino luego del escándalo en el Senado, considerado uno de los mayores casos de corrupción de los últimos años y que echó por tierra la promesa electoral de De la Rúa de poner fin a la endémica corrupción argentina.
Ya el jueves, cuando el organismo oficial de control de las cuentas públicas denunció las irregularidades en los fondos de la SIDE, el ex presidente y titular de la UCR, Raúl Alfonsín, dijo: "creo que puede haber llegado el momento en que dé un paso al costado el titular de la SIDE".