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Continúan trabajos para rescatar cuerpos de tripulantes del "Kursk"

Buzos rusos y noruegos comenzaron a primera hora de la mañana a ampliar la primera de las siete "ventanas" previstas en el casco exterior, un arduo proceso por su grosor, de 55 milímetros.

23 de Octubre de 2000 | 08:21 | EFE
MURMANSK.- El submarino nuclear "Kursk" volvió hoy dramáticamente a primer plano de actualidad en Rusia con el avance de los polémicos trabajos para rescatar los cuerpos de sus tripulantes y con un escándalo paralelo de intriga política.

Buzos rusos y noruegos comenzaron a primera hora de la mañana a ampliar la primera de las siete "ventanas" previstas en el casco exterior, un arduo proceso por su grosor, de 55 milímetros.

Los buzos, que taladraron el domingo un agujero de doce centímetros en el compartimento número 8 y recogieron muestras de agua del interior del submarino, pusieron en marcha la segunda fase: abrir una "ventana" elíptica de 1,20 de largo por un metro de ancho.

En ese compartimento deberían estar los cadáveres de un oficial y otros seis tripulantes, según la lista oficial.

Portavoces de la Armada y de la Flota del Norte, a la que estaba asignado el "Kursk" cuando naufragó por causas no aclaradas el 12 de agosto pasado, anunciaron que la operación duraría al menos 16 horas.

El momento más emocionalmente sensible, el intento para recuperar alguno de los 118 cadáveres, se producirá "no más tarde del martes o el miércoles", declaró el viceprimer ministro ruso Iliá Klebánov.

La operación de rescate, prometida en su día a los familiares por el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, se inició el pasado sábado en medio de la polémica por la división de opiniones sobre su riesgo y acierto, y sobre sus verdaderos objetivos.

Varios jefes militares y altos cargos del Gobierno dijeron en los días previos que tal vez convendría cancelar la operación por el mal tiempo y sobre todo porque muchos familiares estaban en contra.

Entre 73 y 78 familiares firmaron efectivamente una carta en la que pidieron que los cadáveres reposaran en el fondo del mar hasta que se pudiera sacar a flote el submarino, un plan que se acometerá el próximo verano, según la Armada.

Pero fuentes navales pusieron en duda las verdaderas intenciones del rescate y manifestaron que el Kremlin y las Fuerzas Armadas lo que buscaban eran los secretos del "Kursk", entre ellos un torpedo de última generación y la causa del naufragio.

Durante los primeros tres días de trabajo, el equipo de rescate perteneciente a la filial noruega de la empresa norteamericana "Halliburton" tuvo que taladrar las planchas exteriores, más delgadas y blandas, y la plancha de caucho que recubre el casco interior, grueso y duro.

Con la supervisión de altos mandos de la Armada desde buques de guerra que acordonaron la zona, los trabajos están dirigidos desde la plataforma petrolífera "Regalia", especializada en trabajos en alta mar y capaz de resistir tempestades.

Moscú firmó con "Halliburton" el contrato para el rescate, con un presupuesto de seis millones de dólares.

La necesidad de despresurizar y cortar conductos de aire y agua, apartar cables y tapar con sellado especial los filos cortantes de la estructura obligó a trabajar con lentitud, en virtud de la orden de Moscú de hacerlo todo con el mínimo riesgo.

El roce de una esquina afilada con la escafandra de un buzo podría resultar fatal a los 107 metros de profundidad donde yace el "Kursk", según especialistas navales.

A bordo de "Regalia", jefes de la Armada rusa estaban pendientes de las condiciones meteorológicas nada favorables, con vientos de más de 70 kilómetros por hora, un grado de temperatura y olas de cuatro metros, aunque se espera una mejoría para el martes.

Escándalo político

Mientras en el fondo del mar seguía la operación para desentrañar el drama del "Kursk", en la superficie arreciaba un nuevo escándalo político que estalló el mismo día en que se inició el rescate.

Un tribunal de la ciudad de Kursk, en cuyo honor se bautizó el submarino hundido y que hizo de madrina en su botadura, anuló la candidatura del gobernador de la región pocas horas antes de abrirse las urnas en las elecciones en las que aspiraba a renovar mandato.

Alexandr Rutskoi, el gobernador, libró de responsabilidad al Kremlin en un primer momento, pero el domingo denunció irónicamente que Putin podría haberle llamado para pedirle que se retirara.

El magnate Boris Berezovski, amigo del ex Presidente Boris Yeltsin y considerado como "el hombre que inventó a Putin", con quien luego rompió por "peligrar la democracia", fue mucho más explícito.

En una entrevista con la emisora "Eco de Moscú", Berezovski puso en boca de Putin la amenaza de "lo voy a machacar", irritado porque Rutskoi fue a consolar a los familiares de los tripulantes del "Kursk" mientras el Presidente montaba en moto acuática en la playa.

"Rutskoi actuó como un ser humano, porque su región era tutora del submarino, (mientras) Putin no actuó ni como comandante supremo ni como ser humano", afirmó Berezovski.

La anulación de la candidatura de Rutskoi se interpretó como un paso más en el plan de Putin de someter a los gobernadores, que tradicionalmente hacían a su antojo al margen del Kremlin.

Rutskoi, vicepresidente con Yeltsin, lideró en 1993 la "rebelión" parlamentaria que acabó en un baño de sangre cuando el Kremlin ordenó bombardear la Duma, o Cámara de Diputados.
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