ILLINOIS.- Ante las críticas de que es partidario de la burocracia gubernamental, Al Gore prometió este martes que de ser elegido presidente no aumentará la nómina pública ni con un sólo puesto, aunque su rival George W. Bush insistió que el vicepresidente hará precisamente lo contrario.
"Juntos, nos hicimos cargo de un gobierno que estaba descontrolado y lo controlamos", dijo Gore, candidato por el oficialista Partido Demócrata, en unos comentarios preparados para ser pronunciados en la capital de Arkansas, Little Rock.
Pero su rival Bush, gobernador de Texas y candidato del Partido Republicano, declaró en este suburbio de Chicago que Gore "quiere aumentar el tamaño y las atribuciones del gobierno federal".
"Soy partidario de un gobierno menor y más inteligente que sirva a la gente mejor, pero que ofrezca cambios verdaderos", agregó Bush. Dijo sentirse optimista de que ganará en Illinois y aunque Gore tenía ventaja en ese estado, los últimos sondeos de opinión indican que Bush logró acortarla.
"Mucha gente pensó que no teníamos oportunidad alguna en Illinois", dijo Bush, pero "no estaría aquí a dos semanas de las elecciones" de no creer que logrará ganar los 21 votos electorales de este estado, agregó.
Bush defendió su reducción de impuestos de 1,3 billones de dólares en 10 años y atacó a Gore por considerarlo el campeón de la burocracia federal.
Agregó que la totalidad de los gastos propuestos por Gore superan el triple de los propuestos por el Presidente Bill Clinton y Gore en 1992.
El gobernador de Texas criticó específicamente la modesta reducción de impuestos propuesta por Gore, por considerarla excesivamente complicada e irrelevante. "Requerirá una gran investigación para adivinar los detalles", insistió Bush.
Gore regresó hoy a su estado natal de Tenesí, donde las encuestas lo ubican en una reñida contienda con su rival republicano, apenas dos semanas antes de las elecciones del 7 de noviembre.
Gore buscaba robustecer su imagen de administrador austero, señalando que un gobierno suyo minimizará el gasto público, al tiempo que atacaba a Bush. "El gobernador Bush le fascina criticar las obras del gobierno, pero bajo su mandato el tamaño del gobierno de Texas se ha expandido", dijo Gore.
Subrayó que actualmente Texas cuenta con "más empleados públicos en sus planillas que el estado de Nueva York". Gore se comprometió a seguir con los esfuerzos por reducir la burocracia del gobierno federal. "Me comprometo en forma inequívoca que como presidente no se va incrementar el número de empleados públicos, ni siquiera un puesto más".
También advirtió que bajo Bush se corre el riesgo de volver a los años en los que el gobierno se veía agobiado por la deuda pública. Bush se dirigió también a Tenesí, próxima escala de su campaña.
Gore comenzó el día en Little Rock, Arkansas, donde tomó café en la vivienda de Mollie y Bobbie Goza, y acompañó al matrimonio cuando ambos llevaron a sus dos hijos a la escuela. Los padres se quejaron de las dificultades que experimentaban en su comunidad para lograr que los electores locales aumentasen los fondos de las escuelas.
"Eso es una verdadera ironía", dijo Gore. "Esos chicos forman parte de la mejor generación" que ha dado el país. En la escuela, el candidato se reunió con los niños para recalcar sus propuestas de financiamiento para la educación nacional.
Luego se dirigiría a la legislatura de Arkansas, donde sus asistentes dijeron que Gore proyectaba "no agregar un sólo cargo" al gobierno federal, y además reducirlo a su nómina más baja en 50 años.
Sin que ninguno haya podido cobrar una ventaja decisiva en las encuestas, ambos candidatos subieron el tono de sus críticas en la recta final de la reñida campaña para las elecciones.
Bush y Gore han fijado su atención en los votantes indecisos y hacer campaña en estados donde la contienda es más estrecha. Los partidarios de Gore también enfilaron sus críticas contra la gestión de Bush como gobernador de Texas, presentándola como ejemplo de lo que podría hacer como presidente. Bush, en cambio, afirmó que una presidencia bajo Gore se caracterizará por obstaculizar cualquier reforma en iniciativas de educación, impuestos y seguridad social.