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Putin concluye visita oficial a Cuba

El Presidente ruso ratificó este viernes el deseo de su país y el de Cuba por reactivar sus lazos bilaterales, obstaculizados por espinosos asuntos como la deuda millonaria de la isla y viejos proyectos de infraestructura.

15 de Diciembre de 2000 | 17:15 | AP
LA HABANA.- Después de varias rondas de conversaciones, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su colega cubano, Fidel Castro, coincidieron en casi todos los temas políticos, pero no lograron acuerdos en los económicos, según la delegación rusa.

En vísperas de concluir su visita a Cuba, Putin ratificó este viernes el deseo de los dos países por reactivar sus lazos bilaterales, obstaculizados por espinosos asuntos como la deuda millonaria de la isla y viejos proyectos de infraestructura.

Putin dijo que los cubanos no desean seguir adelante con un proyecto para completar la construcción de una planta de energía nuclear en el centro de la isla, mientras sigue sin resolverse el tema de la millonaria deuda de La Habana con Moscú, que data de los tiempos de la asistencia soviética a Cuba.

En la planta de energía nuclear, en Juragua, "hemos gastado 30 millones de dólares para conservarla" solamente, dijo Putin. Pero "nuestros amigos cubanos no están mostrando interés en seguir construyendo" la planta, agregó el dirigente ruso en conferencia de prensa. El tema de la deuda "no está resuelto", agregó Putin.

Estamos dispuestos, añadió, a "ofrecer el régimen más beneficioso que exista" para solucionarlo, indicó a los periodistas en un salón del Consejo de Estado, máximo órgano del poder ejecutivo cubano, donde se han desarrollado parte de las conversaciones oficiales. No hubo de inmediato comentarios de representantes cubanos. Sentado al final del salón donde se realizó la conferencia de prensa, el vicepresidente cubano, Carlos Lage, a quien se atribuyen parte de las modestas reformas económicas implantadas en la isla a comienzos de década, se limitó a escuchar al Mandatario y salió rápidamente al término del encuentro de Putin con la prensa.

Juragua, a unos 300 kilómetros al sureste de La Habana, era una planta que se suponía debía cubrir un cuarto de las necesidades energéticas de la isla, cuyas obras no se terminaron debido a la caída de la Unión Soviética en 1991. En el caso de la deuda, las partes ni siquiera coinciden en la cifra: La Habana la estima en unos 11.000 millones de dólares, mientras medios rusos la ubican en unos 20.000 millones de dólares. Putin esquivó dar un monto al ser interrogado sobre el tema.

El jueves, al término de la primera sesión de conversaciones, ministros de ambas partes firmaron cinco acuerdos y una nota de crédito por unos 50 millones de dólares. No se han dado detalles sobre el destino de tales fondos, un pálido recuerdo de la masiva asistencia recibida por la isla durante tres décadas de estrechas relaciones económicas y políticas con la desaparecida Unión Soviética.

"Aquí quedan muchos problemas por resolver, obras incompletas, donde hay millones de dólares invertidos", dijo Putin refiriéndose a la "herencia" que recibió su gobierno de los tiempos en que la Unión Soviética destinaba masivos capitales a la isla. comunista.

Y sobre el destino de un centro ruso electrónico de inteligencia, aún activo, ubicado en las afueras de La Habana, Putin respondió, tras una larga pausa, "está funcionando... Lo que será después, veremos".

La base de Lourdes, que data de los años sesenta y que sirve para interceptar llamadas telefónicas y comunicaciones por computadora de Estados Unidos, es considerada por Moscú de vital importancia para asegurar el cumplimiento de Washington con los acuerdos de control armamentista.

Tal centro, uno de los últimos vestigios de la presencia soviética en Cuba, fue visitado el jueves en la tarde por Putin, en compañía de Castro. A pesar de las desavenencias, Putin ratificó que Moscú y La Habana coinciden en casi todos los temas políticos internacionales, entre ellos el control armamentista y la necesidad de un mundo multipolar.

Con Cuba en los temas políticos "no hay ningún tipo de problemas", dijo el visitante. El primer Presidente ruso que visita Cuba en casi una década conversó anoche largamente con Castro durante una cena oficial.

El reto de su venida a la isla, dijo Putin, "era activar (las relaciones), y yo diría que nuestra visita a Cuba es un primer paso". Es además otra acción para reactivar "la política exterior rusa en América Latina". Tras un almuerzo con Castro, Putin concluirá este viernes la porción oficial de su visita con un recorrido por el Instituto de Ingenería Genética y Biotecnológica. A partir de esta tarde, el Presidente ruso y su esposa Lyudmila se trasladarán al balneario turístico de Varadero para pasar allí un fin de semana de carácter privado y partir del lunes iniciará otra visita oficial, esta vez a Canadá.
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