ESTOCOLMO.- El Secretario General de la ONU, Kofi Annan, emplazó hoy a la comunidad internacional a eliminar la intolerancia, el racismo y "un discurso público deshumanizante" que niega a grupos enteros su dignidad y sus derechos, con el fin de avanzar en la eliminación de la violencia y el genocidio.
Annan, quien pronunció el discurso de apertura del Foro Internacional de Estocolmo 2004, centrado en el tema "La prevención del genocidio: amenazas y responsabilidades", enfatizó que "no puede existir una cuestión más importante ni una obligación más imperiosa que la prevención del genocidio".
Los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia, así como la princesa heredera Victoria, presidieron la ceremonia de inauguración de la conferencia, en la que participan representantes de 55 países y delegados de numerosas organizaciones internacionales.
Annan destacó que la comunidad internacional, que adoptó la Convención de Prevención y Castigo de los Crímenes de Genocidio -que entró en vigor en 1951- ha permanecido pasiva ante la violencia y exterminios masivos en décadas posteriores.
"Los acontecimientos de los años noventa en la ex Yugoslavia y en Ruanda son particularmente vergonzosos", afirmó Annan, y subrayó que "la comunidad internacional, que sin ninguna duda tuvo los medios para prevenir dichos acontecimientos, no tuvo la voluntad de hacerlo".
Annan manifestó que, en ambos casos, "fueron los estados miembros los que cometieron los errores más graves, sobre todo en la forma en que se adoptaron las decisiones en el Consejo de Seguridad", aunque "todos nosotros fallamos", recalcó.
El Secretario General de la ONU explicó que una de sus preocupaciones constantes "ha sido cambiar a la Organización y reemplazar una cultura de la reacción por una de la prevención, en particular de prevención del conflicto armado".
Con vistas al futuro, Annan destacó que la "responsabilidad de brindar protección" debe ser el pilar de una emergente doctrina para las relaciones internacionales que deberían asumir en primer lugar los gobiernos nacionales, pero también la comunidad internacional.
"Ahora comprendemos que no se trata de hablar del derecho de intervención, sino de la responsabilidad en primera instancia de todos los Estados de proteger a sus población, pero finalmente una responsabilidad de toda la especie humana de proteger a todos sus miembros de los abusos extremos cuando y donde éstos ocurran", dijo.
El Primer Ministro sueco, Goeran Persson, impulsor de la conferencia, afirmó que "los errores son nuestro punto de partida. El Holocausto tuvo lugar, y no existe un error mayor".
"La ex Yugoslavia explotó, las reacciones fueron débiles y tardías", recordó Persson, para indicar a continuación que "el genocidio de Ruanda ocurrió tan sólo diez años atrás, y el mundo estuvo paralizado".
El catedrático israelí Yehuda Bauer, asesor académico de la conferencia y del Instituto Yad Vashem de su país, subrayó que "ésta es la primera vez que un foro internacional se convoca para discutir la prevención del genocidio, una de las amenazas fundamentales a la existencia de la humanidad".
El genocidio, precisó Bauer, "es una amenaza que según estimaciones ha costado 169 millones de vidas humanas entre 1900 y 1987, justo antes de Ruanda".
Entre los asistentes a la conferencia de Estocolmo destacan el presidente de Ruanda, Paul Kagame, y el primer ministro de Armenia, Andranic Margaryan, cuyos respectivos pueblos han sufrido conflictos que han desembocado en genocidio.
Los jefes de delegaciones de los países asistentes a la conferencia, que concluirá el próximo miércoles, debaten acerca de principios y mecanismos de acción que eventualmente puedan ser aprobados en una declaración final de la conferencia.
En el foro se debatirán en talleres específicos métodos de identificación temprana de situaciones que puedan degenerar en violencia genocida y la creación de mecanismos que permitan actuar de forma rápida a la comunidad internacional en esos casos.
