NAIROBI.— El vicepresidente sudanés y el principal líder rebelde del país firmaron hoy un acuerdo incluyente para poner fin al conflicto más largo existente en Africa.
La firma del documento concluyó un proceso de ocho años para detener una guerra civil que ha cobrado más de dos millones de vidas desde 1983.
Durante una ceremonia en la vecina Kenia, donde tuvieron lugar las conversaciones, el vicepresidente sudanés Alí Osman Mohamed Taha y John Garang, el líder del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, firmaron el pacto.
La guerra entre el norte y el sur ha confrontado al gobierno sudanés, dominado por los musulmanes, contra los rebeldes que buscan una mayor autonomía y una participación más grande de la riqueza nacional para el sur animista.
Se cree que el conflicto ha causado más de 2 millones de muertes, principalmente por hambre y enfermedades.
El presidente keniano Mwaki Kibaki y su homólogo ugandés Yoweri Museveni firmaron el pacto como testigos.
El documento también fue suscrito por el secretario de Estado norteamericano Colin Powell, el canciller italiano Gianfranco Fini y la ministra noruega de Desarrollo Internacional, en representación de los donantes que han apoyado las negociaciones de paz.
Kenia había albergado las negociaciones desde su comienzo en 1997, y Museveni es el presidente de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, una agrupación regional que ha mediado en las conversaciones.
Otros nueve líderes africanos asistieron a la ceremonia, incluido el presidente sudanés Omar el-Bashir y su colega nigeriano Olusegun Obasanjo, quien encabeza también la Unión Africana. También estuvo presente el secretario general de la Liga Arabe, Amre Moussa.
Durante los últimos dos años de conversaciones, los adversarios han firmado protocolos sobre cómo compartir el poder y los recursos naturales, qué hacer con las fuerzas armadas durante un periodo de transición de seis años, y cómo administrar tres áreas en disputa en el centro de Sudán.