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Londres dice adiós a sus emblemáticos buses rojos de dos pisos

El último Routemaster fue construido en 1968, y fueron retirados gradualmente desde la década de 1980 por ser considerados costosas antigüedades.

09 de Diciembre de 2005 | 10:10 | Reuters
LONDRES.- La capital británica dio hoy una especial despedida a los autobuses rojos de dos pisos, que durante medio siglo fueron, como el Big Ben, un símbolo de Londres.

Admirados por igual por turistas y residentes, los distintivos autobuses rojos funcionaron desde 1956, pero fueron retirados gradualmente desde la década de 1980 por ser considerados costosas antigüedades.

A mediodía, el último Routemaster, el número 159, iba a viajar desde Oxford Street hasta las cocheras de los autobuses en Brixton, en el sur de Londres, poniendo así fin a toda una época.

El jueves, grupos de fotógrafos aficionados se ubicaban a lo largo de la ruta del 159 impacientes por captar una última imagen del autobús, que es tan famosamente británico como las cabinas telefónicas rojas o los guardias de la Torre de Londres.

Los autobuses, con campanillas impulsadas por un cordón y una plataforma trasera desde la que los viajeros se podían subir o bajar con el vehículo en marcha, son para mucha gente un clásico irreemplazable.

Un ícono de Londres

Pocos vehículos o sistemas de transporte tienen un club de seguidores o una página de Internet dedicada.

"Nació en Londres para Londres. Y es el último de su clase", dijo Travis Elborough, autor de "The Bus We Loved" (El autobús que amamos), un homenaje a estos vehículos. "Hay una enorme carga emocional relacionada con estos autobuses".

"Creo que en gran parte se debe a que la experiencia de viajar en ellos para mucha gente es mucho más placentera que quizás viajar en algunos sustitutos que tienen la estética del interior de una aspiradora (moderna)", agregó.

El último Routemaster fue construido en 1968 y, en principio, fue diseñado para no durar más allá de 17 años.

Desde finales de la década de 1950, innumerables visitantes a Londres han subido por sus estrechas escaleras y se han sentado en sus asientos delanteros para disfrutar de una económica vista de la ciudad. En su momento de más esplendor, llegaron a circular por Londres 2.760 autobuses.

Sin embargo, nadie llorará por dejar de escuchar aquello de "sujétense fuerte, por favor", mientras el conductor hacía sonar la campana que indicaba que el autobús estaba a punto de salir.

El diseño de estos vehículos excluyó realmente a mucha gente con discapacidades y a padres con niños pequeños y sillitas.

"Mientras los Routemaster estaban en funcionamiento, algunas personas no podían usarlos", dijo Bert Massie, presidente de la Comisión de los Derechos de los Discapacitados.

Massie dijo entendía el romanticismo que rodeaba al Routemaster, pero señaló que un autobús tiene que servir a todo tipo de pasajeros.

"Tengo cierta simpatía por toda la nostalgia generada, pero el mundo sigue adelante", agregó.

Sin embargo, los autobuses, que participaron en películas y series de televisión, no desaparecerán completamente, ya que unos pocos seguirán funcionando en dos rutas del patrimonio londinense para aquellos que se resisten a que desaparezcan.
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