BAGDAD.- El juicio del depuesto Presidente iraquí, Saddam Hussein, vivió una agitada audiencia el lunes en Bagdad, donde el ejército estadounidense se dispone a anunciar los resultados de la autopsia del jefe de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqawi, muerto en un bombardeo estadounidense el 7 de junio.
El ejército norteamericano, que anunció también este lunes la muerte de siete "terroristas" ligados a Al Qaeda, busca aparentemente parar las especulaciones según las cuales Zarqawi, que sobrevivió al ataque, habría sido ultimado por soldados iraquíes o estadounidenses en su guarida situada al norte de Bagdad.
La 33ª audiencia en el proceso de Saddam Hussein estuvo caracterizada por las protestas del derrocado Presidente, de un abogado estadounidense y por la expulsión de uno de los acusados, Barzan al Tikriti, medio hermano del ex presidente iraquí.
Al inicio de la audiencia, el abogado estadounidense dijo que todavía no se daban las condiciones para un "juicio justo".
"Queremos que se haga justicia y eso sólo se puede hacer con un juicio justo, lo que es imposible en las condiciones actuales", dijo Curtis Doebbler.
"Pedimos una suspensión del proceso para que tengamos más tiempo para preparar" la defensa de los acusados, agregó este abogado neoyorquino que apareció por primera vez en el tribunal.
Doebbler, un especialista en derechos humanos que da clases en la Universidad palestina An Najah, fue reclutado por Sajida, la esposa de Saddam Hussein, que vive en el exilio.
El principal abogado del ex presidente es un iraquí, Jalil al Dulaimi.
Los ocho coacusados se declaran no culpables pero podrían ser condenados a la pena de muerte. Todos ellos están acusados de la masacre de 148 chiítas tras un ataque en 1982 contra el convoy del ex presidente en la localidad de Dujail, al norte de Bagdad.
En la vista del lunes, dos testigos hicieron declaraciones a favor de Barzan al Tikriti, quien era jefe de inteligencia cuando ocurrieron los hechos.
El acusado pidió otros testigos y dijo que dos de sus ex guardaespaldas rechazaban venir a dar testimonio por temor a represalias.
"¿Por qué? ¿Hay fantasmas para asustarlos?", preguntó el juez.
"Es usted el que asusta", le respondió Barzan al Tikriti, antes de hacerse expulsar la sala de audiencias, como ocurre con frecuencia.
"No puedo aceptar que los abogados sean insultados", declaró el derrocado presidente, quien se mostró preocupado por la suerte de los "iraquíes aplastados por los tanques estadounidenses".
"Ustedes saben que su sangre es derramada todos los días, más que en los tiempos de Dujail", agregó.
Por otro lado, el ejército estadounidense indicó que iba a revelar el lunes los resultados de la autopsia del cadáver de Abu Musab al Zarqawi, tras haber afirmado que éste no murió en el bombardeo.
El general estadounidense George Casey, comandante de la Fuerza Multinacional en Irak, calificó el domingo de "ridículas" las informaciones según las cuales Zarqawi habría sido golpeado a muerte por soldados estadounidenses después del ataque.
La televisión pública Iraquí, que cita documentos decomisados después del ataque mortal para el jefe de Al Qaeda, afirmó que éste proyectaba agravar los conflictos entre sunitas y chiítas en Irak y entre los mismos chiítas.
El ejército estadounidense anunció también que siete "terroristas" ligados a Al Qaeda murieron el lunes en un ataque aéreo cerca de Baaquba, al norte de Bagdad.
Mientras, la violencia continuó y causó 14 muertos, entre ellos seis empleados del sector petrolero cuyo autobús estalló al pasar por encima de una bomba cerca de la refinería de Dura (sur).